Como es su costumbre, hace un mes -el 13 de marzo para ser exactos- el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la destitución de su secretario de Estado, Rex Tillerson; su propuesta para ocupar el lugar, Mike Pompeo, y en el lugar de Pompeo -ex director de la CIA- nombró a Gina Haspel, quien era subdirectora de la agencia. Sí, todo en un mismo tweet.
Mike Pompeo, Director of the CIA, will become our new Secretary of State. He will do a fantastic job! Thank you to Rex Tillerson for his service! Gina Haspel will become the new Director of the CIA, and the first woman so chosen. Congratulations to all!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 13 de marzo de 2018
Claro que la decisión de colocar a Mike Pompeo como secretario de Estado no dependía solamente de Trump, sino también del Congreso.
Fue hasta hoy, 26 de abril, que el Senado aprobó su nominación, por lo que el ex director de la CIA ocupará el lugar el principal diplomático de la nación.
Mike Pompeo observa mientras es confirmado como secretario de Estado. https://t.co/69xqBoCQIZ
— USA en Español (@USAenEspanol) 26 de abril de 2018
Pero, las discusiones para lograr su nominación pusieron al Congreso en un debate por un buen rato, evidentemente entre el partido demócrata y el republicano.
El principal argumento de los senadores demócratas -y por el que votaron en contra de su designación- fue que sus posiciones políticas eran agresivas, al igual que sus polémicas declaraciones sobre los grupos minoritarios. Por lo anterior lo consideraban una mala elección para servir como principal diplomático.
Por su parte los republicanos señalaron que era su cercanía con el presidente lo que le ayudaría a influir positivamente en las decisiones de política exterior. Además de que su reputación en el “buen manejo de la CIA” lo ayudaría a “reconstruir la moral en el Departamento de Estado”.
Reunión secreta con Kim Jong Un
Una de las cosas por las que fue fuertemente criticado, es precisamente que se descubrió que, en su cargo de director de la CIA, tuvo un encuentro secreto con el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, en Pyongyang, capital del país.
Incluso la Casa Blanca se negó a dar información sobre la visita de Pompeo que se cree fue alrededor del 1º de abril, misma que fue reportada por primera vez por el diario The Washington Post. De acuerdo con ello, Pompeo habría sido enviado por Trump para sentar las bases de conversaciones directas entre Trump y Kim acerca del programa de armas nucleares de Corea del Norte.
La cosa es que no llevó a ningún funcionario de la Casa Blanca o del Departamento de Estado consigo, solo funcionarios de inteligencia. Así es referido por CNN.
Gracias a ello, los dos líderes se reunirán a finales de mayo o principios de junio. Lo que significa el primer encuentro cara a cara entre un presidente estadounidense en funciones y un líder norcoreano.