Ya que Amieva y compañía se han dedicado a destrozar en unos meses lo que él con tanto esfuerzo hizo (hacerse güey, asegurando que en la CDMX no hay crimen organizado), ahora el exjefe del gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, solicita que se aplique “mano dura” contra la delincuencia y el narcomenudeo que se ha desatado en la ciudad.
Tras la aparición de mariachis sicarios, el hallazgo de narcomantas en Periférico y tanto descuartizado que uno puede encontrarse en diferentes puntos de la capirucha, Mancera, con ese poder de clarividencia que lo caracteriza, auguró lo evidente: “va a ser complicado” ir contra la delincuencia si desde ahora no se aplican las autoridades… o, como él dice, hacer un “ejercicio de mano dura”.
Como si al fondo alguien hubiese gritado “¿y por qué no lo hiciste tú, güey?”, el exjefe capitalino – ahora senador- recordó que no con él, pero “en su momento”, se implementó la llamada política de “tolerancia cero”, la cual “dio los resultados que dio”… ah no, pos sí. Y pues sí, para quienes no lo sepan, hace algunos años – por ahí del 2003– a la capital llegó el exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, a implementar la política de seguridad de “cero tolerancia”, la cual se basó en castigar de forma manchada cualquier tipo de infracción.
¿Funcionó? Pues… en Nueva York sí hubo notables cambios. Aquí… pues… bueno, cuando ibas a Garibaldi lo único que rafagueaban era tu corazón con las melodías de José Alfredo… aunque, según el propio Giuliani, como estaba cuando llegó a como la encontró 10 años después (en 2013), sí hubo diferencia: “veo la reducción de la delincuencia, no veo tanta seguridad en los hoteles ni tantas medidas como antes y veo cómo la ciudad progresa; es una ciudad mucho más agradable, es una ciudad que ciertamente tiene muchos problemas como cualquier gran ciudad pero es una ciudad que está avanzando considerablemente”.
Uhhh, si viniera ahora…
Pero, en fin, regresando con Mancera, urgió que tan pronto como sea posible (o antes si es posible) se aprueben las reformas para castigar con más rigor a los narcomenudistas, para que este delito no escale a más niveles, no sólo en la CDMX, sino en todo el país… upsss, demasiado tarde. “Sin ninguna duda se tiene que endurecer la ley porque se está abusando de su permeabilidad, se está abusando de las salidas anticipadas, se está abusando de los criterios de solución previa y se está beneficiando a mucha gente que hace de su vida diaria el delinquir, su ocupación”.
Para el flamante legislador, lo ocurrido el viernes pasado, cuando unos sicarios vestidos de mariachi protagonizaron en Garibaldi una escena como salida de película de Robert Rodríguez, es apenas una muestra que el narcomenudeo puede generar una escalada mayor. No pues qué bueno que avisa…