Migrantes que viajaban en el techo de las góndolas del tren que cubre la ruta Coatzacoalcos-Valle de México fueron amenazados, golpeados y lanzados fuera del ferrocarril mientras éste seguía en movimiento.
Aproximadamente a las 17:00 horas unos sujetos exigieron el pago de 100 dólares a los migrantes que viajaban en los techos de los vagones de un tren que se transportaba hacia el norte y que en el momento de los incidentes atravesaba el estado de Veracruz. El Gobierno de la entidad anunció que había sido un conflicto entre los inmigrantes lo que había desencadenado la violencia en el tren, pero pidió no descartar la participación de la delincuencia organizada.
Las agresiones se realizaron cerca de un poblado llamado Barrancas, sitio en el cual 300 indocumentados se vieron obligados a permanecer ya que habían sido desalojados del tren (llamado «La Bestia», así es, como el avión y el coche de Obama) por los agresores.
Uno de los migrantes relató que cuatro hombres se pusieron de pie cuando el tren estaba en movimiento (los cuatro se encontraban mezclados entre el grupo de migrantes) y empezaron a pedir 100 dólares como cuota y decían que si no la pagaban los iban a lanzar del tren o los iban a matar (naturalmente los migrantes no tenían para pagar) :
«Fue un horror. La máquina iba muy rápido y los cuerpos rebotaron como pelotas de futbol. Luego siguió una tirazón [es decir, hubo disparos], se escucharon los gritos de las mujeres y los niños. Ellos iban tirando gente. Conté como a cinco que se aventaron, y ya no pude ver más porque traté de salvar mi pellejo.»
A más de 200 de ellos les dieron atención las autoridades ejidales y de población antes de que arribaran elementos del Ejercito Mexicano, policías estatales y funcionarios del Instituto Nacional de Migración.
Otro migrante dijo:
«Ojalá y hagan algo las autoridades, porque nosotros no hacemos daño a nadie, sólo queremos trabajo»
El dirigente del refugio de migrantes «La 72» (en Tabasco), Fray Tomás González, advirtió que la «cuota de paso»es una estrategia que utiliza el crimen organizado desde el 2013 para incrementar sus ganancias.
Mientras, los migrantes fueron acogidos en la capilla del poblado en el que se quedaron:
«No nos dimos abasto. Uno de nosotros decidió hacer un perifoneo en el poblado y así fue que vinieron también los evangélicos para dar café y tamales de cenar. Hoy (ayer) fue que les dimos de desayunar y mucha gente les donó ropa. Del Municipio recibimos agua y colchonetas».
En lo que se resuelve lo acontecido, no hay que dejar de apuntar que la situación de los migrantes en el país es muy precaria. Lo abusos tanto por parte del crimen organizado, como por parte de las autoridades dejan a los migrantes en completa indefensión.
La explotación que se hace de ellos en nuestro país va desde trabajos forzados (prácticamente esclavitud), agresiones físicas, robos, prostitución, hasta la muerte.
¿Qué cara podemos poner los mexicanos antes los estadounidenses cuando les reclamamos los malos tratos que le dan a nuestros paisanos si nosotros no hacemos nada para evitar esta situación con los migrantes en nuestro propio país?
Organizaciones tanto religiosas y seculares han tomado la causa de ayudar a los migrantes que llegan por el sur del país (la mayoría van hacia Estados Unidos), pero esto no es suficiente, esto se debe ver reflejado ya en políticas que hagan efectivos los derechos humanos de estas personas (pues son los únicos derechos que uno puede disponer fuera de su nación, los derechos más esenciales, derechos que se inventaron para evitar este tipo de abusos, pero, cuando es un Estado extraño el que te los debería garantizar y no quiere hacerlo ¿qué te puede proteger entonces?).
