Lo que necesitas saber:

Alejandro y David nos cuentan sus experiencias como migrantes en CDMX y de las que podemos aprender como chilangas y chilangos.

Todos sabemos que CDMX es una zona de tránsito para personas migrantes y sujetas a protección internacional, pero con el paso del tiempo, los conflictos en distintos países de América Latina o las políticas antimigratorias de Estados Unidos, la gran ciudad se está convirtiendo en destino.

Y ya sea como un sitio de tránsito o destino, siempre es bueno preguntarnos qué tan bien recibimos a las personas migrantes en CDMX.

Foto: Diego Simón-Cuartoscuro.

Si las autoridades cuentan con las herramientas y programas adecuados o qué nos faltaría como comunidad para aprender o reforzar.

Migración en CDMX: el viaje de Alejandro y David

Para saberlo, en Sopitas.com platicamos con el periodista Alejandro Peña y José David Maradiaga Vásquez, colaboradores de Mi Valedor, y quienes nos contaron un poco de sus experiencias en la gran Tenochtitlán.

Mi Valedor, por cierto, es una ONG (Organización No Gubernamental) que se avienta una buena chamba con personas en exclusión social mediante la creación de redes de apoyo para promover su integración en la sociedad.

“Atención en las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados en Tapachula”. Foto: Cuartoscuro.

Y, bueno, Mi Valedor nos ayudó a contactar con Alejandro Peña, periodista de Venezuela, y David Maradiaga, un joven hondureño con los sueños puestos en hacer una carrera en una universidad mexicana.

Tanto Alejandro Peña como David Maradiaga salieron de sus países expulsados por la violencia y la compleja situación que se vive en Venezuela y Honduras.

Para cada uno el proceso para llegar a México fue diferente —como sucede en cada una de las historias de las personas migrantes. Con sus cargas de complejidad hasta que lograron obtener la residencia permanente en CDMX.

Alejandro Peña, huyendo de la violencia en Venezuela

“Salí de Venezuela en el 2017 por la crisis que todos conocen. Primero fui a Ecuador. Luego a Perú y ahora estoy acá en México desde el 2020”.

Desde una de las oficinas de Mi Valedor, Alejandro Peña nos compartió su experiencia como migrante en México.

Alejandro Peña. Foto: Lucy Sanabria-Sopitas.com

“Solicité refugio cuando llegué acá debido a que tuve que salir de mi país por mi profesión, el periodismo, y pues tuve una especie de persecución en mi trabajo”.

Lo primero que hizo Alejandro Peña fue acudir a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) para solicitar refugio en nuestro país.

Alejandro nos contó que “las instituciones mexicanas que ayudan a los refugiados son muy eficientes” y eso le sorprendió. ¿La razón?

Los trámites estuvieron en tiempo, le informaron y guiaron de manera adecuada. Y, en conclusión, cumplieron con su labor.

Luego hizo su entrevista, le aprobaron la condición de refugiado y más tarde obtuvo su residencia permanente —todo este proceso también sucedió con el apoyo de la ACNUR (Agencia de la ONU para refugiados), reconoció el colaborador de Mi Valedor.

Los retos

Una vez con los documentos que acreditaban su permanencia en México, como la CURP, el siguiente paso para Alejandro Peña fue encontrar trabajo. Resolver la parte económica… en medio de la pandemia de COVID.

“Yo estaba sobreviviendo con mis ahorros y con un trabajo de mesero que conseguí, pero no me daba lo suficiente y con la pandemia empeoró todo”.

Foto: UNAM // Calle vacía durante la pandemia

En ese proceso Alejandro se topó con retos de orden cultural y social porque se percató de manera directa de esa especie de estatus que le da a una persona migrante ser de Europa, Estados Unidos o América Latina.

“Ellos (migrantes de Estados Unidos o Europa) ya vienen con otro estatus, pero los demás sí tenemos que luchar para abrirnos espacio acá. Y ese fue uno de los grandes retos: conseguir un empleo en mi área”.

El periodista venezolano consideró que ser un migrante de América Latina es complicado —tanto en México como en los países en los que residió anteriormente.

“No sé, sí hay una concepción de que no estamos al mismo nivel. Y sí te das cuenta que hay otro tipo de migrantes que sí tienen mucho más espacio, se les abren más las puertas y tienen como mucha más cabida”.

Políticas públicas en torno a la migración

“Debería haber políticas públicas que integren mucho más a los migrantes latinoamericanos”, concluyó Alejandro, dando pie a esta otra charla que tuvimos con David Maradiaga.

Y es que Alejandro consideró que las autoridades deben ponerse más las pilas en la creación de políticas públicas que integren más a las personas migrantes de América Latina.

Foto: Raúl Fernández-Sopitas.com

Después de que él mismo se enfrentó al reto de conseguir una vivienda y un trabajo adecuado, evitando que algunos se aprovecharan de su condición como migrante.

Tal cual le sucedió en un empleo como mesero, donde padeció de los maltratos del jefe que hacía diferencias entre los trabajadores migrantes y los mexicanos.

De Tegucigalpa, Honduras a Ixtapaluca, Edomex

José David Maradiaga tiene 28 años. Es originario de Tegucigalpa, Honduras. De ahí salió expulsado por las extorsiones insostenibles que lo llevaron a pensar en Estados Unidos como destino en 2021 —sí, uno de los años de la pandemia de COVID.

Su travesía fue demasiado compleja porque si bien David Maradiaga salió con un grupo de amigos siguiendo la ruta Honduras-Guatemala-Chiapas, se enfrentó a obstáculos económicos, de seguridad o situaciones por las que puso en riesgo su vida.

José David Mara Vega. Foto: Raúl Fernández-Sopitas.com

“Recuerdo que el primer día que llegamos a Guatemala no sabíamos a dónde llegar, no teníamos donde ir a dormir.

Nos quedamos en un parque como que a pensar, pensar a dónde íbamos a agarrar hasta que logramos ir a un baldío, una casa donde pagamos la renta de 10 quetzales que vienen siendo unos 20 pesos por cada uno”.

Una ruta peligrosa rumbo a Estados Unidos

Toda la ruta fue secundada por los famosos y letales coyotes. En su camino de Guatemala a Tapachula, Chiapas, David y sus amigos pasaron en balsa y de ahí nuevamente de la mano de un coyote— viajaron en auto hasta instalarse en tierras chiapanecas, con el riesgo a ser detenidos por Migración.

Una vez instalado en Chiapas —con la ayuda de una organización civil—, David Maradiaga inició los trámites para solicitar una tarjeta por razones humanitarias.

“Migrantes en un albergue en el Estadio Jesús Martínez ‘Palillo’ el 9 de noviembre de 2018 en la Ciudad de México”. Foto: Carlos Tischler-Getty Images.

Aun con este proceso, José David decidió seguir avanzando rumbo al gabacho junto con sus amigos.

Llegó a un albergue para personas migrantes en CDMX y ahí conoció decenas de historias que, como él, buscaban una oportunidad para sobrevivir en Estados Unidos.

Esto ya no lo conversamos con José David en la entrevista, pero gracias al libro que publicó con Mi Valedor ‘Un migrante de Honduras’ sabemos que él siguió su marcha a Estados Unidos y logró llegar a Colorado.

Sin embargo, al final, David Maradiaga se decidió por México con la aprobación de su residencia permanente acá.

“Ahorita estoy con lo de mis estudios y quiero entrar a la universidad, sacar una carrera, a lograr algo aquí en México”.

“Acompáñenos, compréndanos, ayúdennos”

“Sólo pedimos comprensión y que sepan que somos personas que aunque logremos muchas cosas siempre vamos a tener una parte rota que va a estar pensando en nuestros países.

Así que tiéndanos las manos, abrácenos, acompáñennos, compréndanos, ayúdennos”.

En una conclusión emotiva de nuestra charla entre Sopitas.com y Alejandro Peña, el periodista nos recordó que ante todo somos personas y que como tal nos podemos (los podemos) ayudar como migrantes.

“Es un relato en primera persona de David Maradiaga Vásquez, un valedor hondureño, con ilustraciones de Toro Amillategui”. Foto: Mi Valedor.

“Sobre todo cuando vean que somos personas que queremos hacer buenas cosas, donde quiera que estemos y que queremos hacer amistades y conocer gente nueva y crear lazos donde quiera que estemos”.

Las travesías personales de Alejandro y David no terminan con la autorización de su permanencia en México, se han extendido a pesar de los coyotes, del tiempo para que las autoridades procesen los trámites que los acrediten en nuestro país.

Pese a los retos culturales, la incertidumbre económica y florecen con nuestra ayuda. Así lo dijo David Maradiaga:

“México es una segunda casa para poder vivir, obviamente hay que echarle muchísimas ganas, tener paciencia y trabajar por esos sueños que tenemos”.

Algunos datos sobre la Migración en México y CDMX

Aquí dejamos algunos datos útiles para cachar por qué México es un sitio de tránsito pero se está convirtiendo también en destino.

De acuerdo con ACNUR, en 2023 el número de personas desplazadas por la fuerza en América Latina superó los 22 millones.

A nuestro país, en 2023, llegaron personas originarias principalmente de Haití, Honduras, Cuba, Guatemala y El Salvador —de hecho, son las que más solicitudes de asilo han presentado.

Ese mismo año México recibió 140 mil 982 solicitudes de refugio y CDMX 30 mil 500, duplicando las 16 mil que registró en 2022.

En este contexto, México es uno de los países que más solicitudes de asilo recibió entre los países de la OCDE en 2022, tan sólo después de Estados Unidos, Alemania, Francia y Costa Rica.

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Hola, soy Lucy Sanabria. Desde 2018 redacto y reporteo para Sopitas.com, con especial entusiasmo en temas de derechos humanos y LGBT+. En 2021 fui parte de la generación de la beca de Periodismo Incluyente...

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