A finales del mes pasado, la estación de Metro Corinthians Itaquera, en Sao Paulo, Brasil casi vivió una desgracia. Ahí se vio lo que es capaz de hacer una persona por su teléfono celular.
Una chica estaba en el andén del metro, tranquila. Dispuesta a abordar el Metro e ir a su destino propio. Hemos visto casos que por andar con el celular se han caído (accidentalmente) a las vías. Otros simplemente no se fijan por donde van por andar en el chisme. O hasta se han desmayado y caído en las vías.
Sin embargo, una mujer en dicha estación brasileña, llevó su ¿amor? ¿locura? ¿dependencia? por su teléfono celular, el cual se había caído en las vías. Antes de seguir, si a ustedes les ocurriera lo mismo que harían:
a) Dejan que el Metro lo aplaste
b) Vocean y piden que se detenga
c) Se avientan por el, valiéndoles todo
d) Se les hace gorda
Bueno, pues si eligieron la opción C le atinaron. Esta muchacha se aventó a las vías, según ella con tiempo para recoger su aparato y treparse de nueva cuenta; sin embargo, no hizo bien sus cuentas y el Metro estuvo a punto, a casi nada de arrollarla.
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