Típico que estás piloteando una avioneta y de repente, sin previo aviso de Dios ni de nadie, un ave aparece de la nada y te destruye todo el parabrisas.
Así le sucedió a Robert Weber, quien viajaba en su Piper Saratoga al sur de la Florida. Este hombre era el piloto de la aeronave que se encontraba a más de 300 metros de altura, cerca del aeropuerto de Page Field, en Fort Myers.
Había una cámara en el lugar del piloto que captó el impresionante momento en que un ave se estrelló en el parabrisas al grado de romperlo y lanzando los pequeños pedazos contra Robert Weber. Por fortuna, solo se llevó un corte en la frente pero pudo causar mayores consecuencias este microinfarto en las alturas.
Después del choque, lo único que quedó del pájaro fueron unas pocas plumas, lo cual derivará en todo un proceso de investigación estilo detectivesco para determinar qué clase de ave fue la que impactó el parabrisas.
Chequen el tremendo impacto:
¡¡¡No te pases!!!
Si acá en las precarias instalaciones de la Sopicueva nos asustamos cuando las palomas se pegan en la ventanas, ahora imagínense si nos ponen en esa avioneta. Nos da un infarto, creo.
Ahora la pregunta es: ¿qué clase de ave era? si es que eso era…