La banda hizo desaparecer -con su característico encanto- la ausencia de casi cuatro años en nuestro país. “I Found a Whistle” fue el tema con el que inició una noche en la que no faltaron los gritos, el baile y la improvisación.
Como era de esperarse, “Kids”, “Time to Pretend” y “Electric Feel” fueron las canciones más coreadas y bailadas de la noche, pero no por eso las demás canciones dejaron de brillar (literalmente).
El juego de luces y los visuales creados en directo le dieron un toque surreal a temas como “The Handshake” y “Of Moons, Birds & Monsters”. La magia detrás de esta maravilla es un sofisticado sistema que capta los movimientos de la banda y los transforma en las imágenes más pachecas del rock.
“The Youth” convirtió inmediatamente el Palacio de los Deportes en un mar de brazos y la recién estrenada “Alien Days” nos llevó de los susurros más íntimos (cortesía de Andrew VanWyngarden) a uno de los viajes intergalácticos más épicos que ha visto el Palacio de los Mil Soles.
Tal vez el único detalle negativo fue que mucha gente no esperaba el repertorio experimental de la banda: fueron varios los que decidieron ponerse a platicar, tomar fotos o ir al baño durante la interpretación de más de 10 minutos de “Siberian Breaks”; pero eso sí, todo mundo salió contento.
Impecable es la palabra que mejor describe el regreso de MGMT a nuestro país, la parte estética del show es impresionante y la banda suena mejor que nunca. Pero como las imágenes hablan mas que mil palabras, los dejamos con una galería del concierto de anoche.