En contra de lo esperado, al parecer los diplomáticos mexicanos se pusieron en contacto con sus contrapartes estadounidenses en el momento en que The Guardian expuso el espionaje que sufrieron nuestras delegaciones. La Secretaría de Relaciones Exteriores expresó el día de ayer que está tratando de «manera directa» con Estados Unidos el tema del espionaje realizado contra la embajada mexicana en Washington.
Recordemos que los diplomáticos mexicanos fueron uno de los 38 objetivos de las operaciones de espionaje por parte de los servicios de inteligencia estadounidenses (así lo revelaron los documentos que Snowden dio al diario The Guardian).
Un vocero de la cancillería mexicana expresó:
«El Gobierno de México está consciente de los alegatos y presuntas filtraciones reportados por los medios. Se ha establecido comunicación con el Gobierno de Estados Unidos de manera directa y con la seriedad que el tema merece»
La Secretaría de Relaciones Exteriores anunció:
«El propio presidente Obama expresó hoy públicamente la disposición de su gobierno a proporcionar la información necesaria»
Estados Unidos afirmó que su gobierno no hará comentarios públicos sobre el tema y sólo responderá por medios diplomáticos.
Recordemos la reacción tan violenta por parte de Francia y Alemania cuando se enteraron de este espionaje y cómo lo calificaron de algo inaceptable.
Según Excélsior, desde el 2004 Adolfo Aguilar Zinser, entonces embajador de México en la ONU, se quejó públicamente de que Estados Unidos debió haber espiado las conversaciones de México y de otros países que buscaban una salida para evitar la intervención en Iraq.
Entonces un funcionario estadounidense le dijo que Washington no apoyaría su propuesta (lo cual era extraño, ya que no habían anunciado cuál era). El funcionario, el cual falleció un año después en un accidente automovilístico, dijo a The Oberver que la única explicación posible era que, en contra de la ley internacional, Estados Unidos había espiado las conversaciones entre los diplomáticos.