Este viernes 23 de junio, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) informó el fallecimiento del capitán Luis Guzmán Reveles a los 96 años de edad, quien pertenecía a la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana y que formó parte del Escuadrón 201.
Por esta razón, en Tragicomedias, les queremos contar un poco de cómo se vivió la Segunda Guerra Mundial en México y la participación del legendario escuadrón mexicano en este conflicto.
¿Qué dice José Agustín?
En el volumen 1 de su trilogía “Tragicomedia mexicana”, el escritor mexicano nos cuenta que en mayo de 1942, los alemanes hundieron las embarcaciones “Potrero del Llano” y el “Faja de oro” (en serio esos eran sus nombres), por lo que México se vio obligado a entrarle a los guamazos de la Segunda Guerra Mundial.
Por esta razón, agrega José Agustín, el gobierno declaró estado de emergencia, pidió la máxima unidad de todo el país y hasta hubo simulacros bélicos que, fuera de asustar a los mexicanos, los emocionaron (si ya saben cómo somos…).
¿Cómo vivió México la Segunda Guerra Mundial? Acá les contamos.
Un poquito de contexto…
Para darles los detalles más interesantes y no toda la historia que generalmente ya se conoce sobre la Segunda Guerra Mundial y de la situación de México en ese entonces, les ahorramos la visita a Wikipedia y les damos algunos puntos importantes de ambos temas:
México
- Los presidentes fueron Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940) y Manuel Ávila Camacho (1940-1946)
- El Partido de la Revolución Mexicana (PRM) estaba en el poder… actualmente el PRI
- Ocurría el Milagro mexicano (1930-1950) caracterizado por cierta estabilidad económica
- Acababa de pasar la Expropiación petrolera en 1938
- Había una mala relación con Estados Unidos y Reino Unido por el petróleo
Segunda Guerra Mundial
- El Partido Nazi se crea en 1920 liderado por Adolf Hitler
- La guerra comienza el 1º de septiembre de 1939 con la invasión de Alemania a Polonia
- El Eje: Alemania, Italia y Japón
- Los Aliados: Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética
- Personajes principales: Hitler, Churchill, Roosevelt, Stalin, Mussolini y Hirohito
- Acaba el 2 de septiembre de 1945
- El holocausto: genocidio de judíos
Con estos datos muy, muy generales de los dos temas, ya podemos comenzar.
México antes de entrarle a los catorrazos de la Segunda Guerra Mundial
Para 1942, año en que México le entraría a los ching…, las exportaciones de materias primas aumentaban por la guerra, lo cual permitió vender textiles, químicos y otras cosas. Sí, según José Agustín, entraba harta lana a nuestro país, la cual se usaba para comprar maquinaria y desarrollar la industria.
A pesar de esto, los más beneficiados eran sólo los empresarios, políticos y las clases altas, pues la mayoría de los mexicanos seguían rascándose los bolsillos para sobrevivir.
Por una parte, la iniciativa privada despedía y contrataba trabajadores sin miedo porque éstos habían renunciado al derecho de huelga y constantemente aumentaban el precio de productos básicos; sin mencionar que le sacaron provecho a la corrupción del sistema y realizaron varios negocios, como obras públicas de ese entonces.
Mientras que en el gobierno, los que estaban en el poder eran Manuel Ávila Camacho y el PRM, y sólo tenían como opositores al mismísimo Lázaro Cárdenas del Río y a los izquierdistas del Partido Acción Nacional (PAN), los cuales apenas estaban gateando ya que se había creado en 1939.
¿Y cómo era la vida cotidiana de los mexicanos durante la Segunda Guerra Mundial?
De acuerdo con el escritor mexicano, la gente se distraía en las famosas carpas y eventos deportivos que había cada fin de semana. Como los partidos de fútbol, donde el equipo a vencer era las Chivas del Guadalajara (como quisieran regresar a esos años), el cual seguramente tenía pequeños fanáticos que se la pasaban echándose cascaritas, pero igual se divertían jugando a las escondidas o a las cebollitas.
O también leían “monitos” que estaban traducidos del inglés, como “La pequeña Lulú”, o historietas mexicanas como “La Familia Burrón”, de Gabriel Vargas.
Como no había redes sociales, las personas leían los periódicos para enterarse de lo que pasaba en México y el mundo, como de la Segunda Guerra Mundial. Los diarios más importantes en 1942 eran El Universal, Excélsior, El Nacional, Novedades, El Popular y La Prensa.
Y en la radio, las estaciones populares eran XEQ, XEW y la XEQK, en las cuales se transmitían canciones, noticias, entrevistas y radionovelas. Las melodías más escuchadas en esa época eran las de Cri Cri, Agustín Lara y Pedro Vargas.
Pero si a uno le agarraba el hambre, había puestos vendiendo sopes, picadas, tostadas, enchiladas, chalupas, tlacoyos y más, como sigue siendo ahora, pero con la diferencia de que se pasaban la comida con refrescos nacionales como los del Pato Pascual.
La golosina de moda era el pinole, las tortillas se seguían haciendo a mano en comales, y las salsas se preparaban en molcajete. De hecho, los refrigeradores servían con bloques de hielo y las camas eran de cabecera de latón.
Igual había muchos puestos de carbón y petróleo para los calentadores y el principal transporte era el tren. Y a pesar de que comenzaban a construirse carreteras, aún existían muchos lugares de difícil acceso. Por eso mismo, eran poquísimos los teléfonos en México (DATO CURIOSO: según José Agustín, el “bueno” cuando respondemos, viene de una costumbre que la gente tenía para asegurar que había buena recepción, pero también se respondía “malo” cuando ésta era mala, obviamente).
En los pueblos “aún se vivía décadas atrás”, ya que no había electricidad, ni gas, ni radios ni muchos menos carros; todos andaban a caballo o viajaban en carreta y se divertían cuando había fiestas religiosas… ¿Lo peor? La vida de muchos de estos sitios seguía siendo controlada por españoles.
Incluso, tanto en los poblados como en las ciudades, los hombres seguían llevando pistolas. Mientras que la mayoría de las mujeres solamente se dedicaban a ser amas de casa.
México entra a la Segunda Guerra Mundial
De acuerdo con el tomo VII, “De la guerra al mundo bipolar”, del libro “México y el mundo. Historia de sus Relaciones Exteriores”, de Blanca Torres, desde antes que el país entrara al conflicto mundial, padeció sus efectos, al igual que todo el planeta, ya que desequilibró la economía y aceleró “el reordenamiento” que generó “La depresión de 1929”.
Aaaunque, también trajo beneficios, pues provocó que Estados Unidos negociara varios pendientes que tenía con México, a pesar de que acababa de pasar la “Expropiación petrolera” (por la cual seguían encabritados), ya que tenían miedo de que los alemanes nos agarraran de aliados.
Acuerdos que primero vieron Roosevelt y Cárdenas y luego siguieron con Ávila Camacho. Entonces el gobierno gabacho impulsó la “Política de buena vecindad”, porque no estaban conformes con que México tuviera una posición neutral y juraran ser “antifascistas”.
Para mostrarles que era cierto, los mexicanos quedaron en que los gringos podrían usar las bases navales nacionales; peeero, con sólo personal de acá, y siempre y cuando fuera muy necesario. De hecho, por si las dudas, aclararon que la defensa del territorio quedaría en manos mexicanas.
Y las negociaciones duraron un rato; en parte porque muchos no estaban convencidos de que Estados Unidos tuviera militares en México.
Al mismo tiempo, el país se fue uniendo a los aliados, mientras rompía vínculos con los del Eje; por ejemplo, reanudó sus relaciones con Reino Unido en 1941.
Aunque en un principio, el gobierno de México aseguró que sólo le entrarían a la Segunda Guerra Mundial si un enemigo atacaba un país de América; cuando se dieron los bombardeos a Pearl Harbor, Ávila Camacho no declaró la guerra al Eje y únicamente condenó la agresión.
Cosa que no pudo hacer cuando el 14 y 19 de mayo de 1942, un submarino nazi hundió los barcos “El Potrero del Llano” y “El Faja de Oro”, y al ver que Alemania no pedía disculpas, declaró “estado de guerra” (no “declaratoria de guerra”, ya que querían recalcar que se entraba al conflicto mundial “no por deseo”).
Los simulacros bélicos en México
Según Blanca Torres, antes de los ataques a los buques, México reformó los artículos 129 y 145 del Código Penal para agregar sanciones a quienes alteraran “el orden interno o divulgaran información de gobiernos extranjeros en tiempos de paz”, y también se agregó el delito de “disolución social” (recursos que se utilizarían contra el movimiento estudiantil del 68, pero esa es otra historia).
Y después de Pearl Harbor, se creó la Región Militar del Pacífico, reuniendo a las zonas militares de los estados costeros y las navales de La Paz y Acapulco. Además, se nombró a Cárdenas comandante de la misma; y luego de declararse “estado de guerra”, Ávila Camacho le encargó la Secretaría de la Defensa Nacional.
Mientras que en agosto de 1942, se declaró obligatorio el servicio militar (nada de bola negra o bola blanca). Pero no fue todo: en ciudades de México comenzaron a organizarse simulacros por bombardeos y ataques, los cuales incluyeron apagones, y que fuera de asustar a los mexicanos, los tenían muy emocionados.
¿Pueden imaginarlos? De acuerdo con el diario La Opinión, del 20 de abril de 1941, de Los Ángeles, California (el cual está en una colección de la Universidad de California Riverside), en la Ciudad de México, funcionarios militares prepararon simulacros el 5 de Mayo, aprovechando el aniversario de la Batalla de Puebla.
“Según los preparativos que se tienen hechos, dos divisiones mixtas compuestas cada uno de cinco mil hombres, tomarán parte en el ataque al a (sic) ciudad de México, la cual será deferdida (defendida) desde la ciudad de Puebla, teniendo como principal objetivo los fuertes de Loreto y Guadalupe”, se lee en el periódico y agregan que utilizarían artillería pesada y tanques ligeros “adquiridos recientemente en Estados Unidos”.
Y por otra parte, los medios mexicanos apoyaron la propaganda contra los países del Eje: en los periódicos, la radio y el cine nacionales se difundieron noticias de la guerra, anuncios contra los alemanes, y películas que impulsaban el “fervor nacionalista aliado y prolatinoamericano”, como la cintas “La Isla de la Pasión”, “Simón Bolivar” y “Soy puro mexicano”.
El famoso Escuadrón 201
Ya para acabar, les contamos que a pesar de que el gobierno estaba comprometido a que el ejército de México no participaría, soldados mexicanos sí combatieron en la Segunda Guerra Mundial; ya fuera bajo la bandera de Estados Unidos o con el famoso Escuadrón 201.
Sí, los gringos reclutaban a cualquier extranjero residente en su territorio que fuera originario de un país aliado. Mientras que el escuadrón mexicano se formó porque las fuerzas armadas estaban interesadas en el adiestramiento de los gringos; pero también porque el gobierno nacional necesitaba participar en el conflicto si quería estar en las negociaciones del reordenamiento mundial de la postguerra.
El adiestramiento duró varios meses y fue casi al final de la Segunda Guerra Mundial, por ahí de febrero de 1945, que México envió al Escuadrón 201 a Filipinas.
Según cifras nacionales, 15 mil mexicanos estuvieron en el frente de batalla; de acuerdo con números de Estados Unidos, en realidad fueron 250 mil, ya que se dice que nacionales sustituyeron a los estadounidenses, muchos de ellos migrantes indocumentados.
En fin… Así fue como México vivió la Segunda Guerra Mundial.