No es por meterte ideas raras en la cabeza ni por amargarte el lunes (ya de por sí difícil), pero si en un lugar del mundo tienes más posibilidades de que tu novia o esposa te ponga el cuerno es en México.
Justamente por eso y porque somos mala onda, en el título de esta nota te preguntamos por el paradero de tu chica. ¿Te dijo que iba a ir a cenar con sus amigas y por eso no te vería hoy, o que el inodoro sigue sin funcionar y que por eso otra vez el fontanero le destapará la cañería?
Ten cuidado porque te la pueden estar sonsacando.
De acuerdo al portal Ashley Madison, en una lista de 36 países las mexicanas son las más infieles. Así, el 44% de las mexicanas que usan redes sociales diseñadas para hallar parejas sexuales, como Ashley Madison, tienen relaciones extramaritales. El sondeo se realizó entre usuarias de este portal, que cuenta con cerca de 850 mil miembros, de los cuales 350 mil son mujeres.
Víctor Hermosillo, director general de Ashley Madison, señaló que la escala mundial de infidelidad es del 33%, cifra que como ya vimos, en México sobrepasamos (bueno, sobrepasan ellas) por mucho.
¡PUM!
Estas mujeres “inquietas”, en promedio tienen 32 años, llevan dos años casadas y dos hijos, y andan en busca de relaciones sin compromiso, que no afecten su matrimonio.
La mayoría, de acuerdo a la gente de Ashley Madison, buscan primordialmente obtener placer sexual, aunque la mayoría también se sienten atraídas por comidas en restaurantes lujosos, encuentros amorosos en hoteles pipiris nais y que las apoyen en sus gastos.
“Fiestas, restaurantes y un concierto a las 10”, como canta Luis Mirrey en una canción.
Otros motivos que hacen que una mujer llegue a casa oliendo a “leña de otro hogar” es por disfunciones sexuales de su pareja, o bien, porque al nacer los hijos sienten que su pareja las descuida.
El reporte también señala que las ciudades de nuestro país con mayor infidelidad femenina son:
- Ciudad de México
- Guadalajara
- Monterrey
- Tijuana
Y claro, en las que menos se registra la infidelidad es en
- Ensenada
- Ixtapaluca
- Matamoros
- Gómez Palacio
- Tampico
Para Víctor Hermosillo, el alto índice de infidelidad que registró México se debe al internet y la tecnología:
“México es un mercado clave para la infidelidad debido a la facilidad de acceso a internet, a dispositivos móviles de última generación”
(Mejor voy a comprarle a mi novia un celular “de la viborita” para evitarle tentaciones).
Las redes sociales y el anonimato que estas permiten, también contribuyen a que las mujeres conozcan a más personas sin necesidad de descuidar el hogar o los hijos. También en los gimnasios pueden contactar a nuevas parejas.
Sí, otra vez.
Para José de Jesús González Núñez, presidente del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social, la infidelidad femenina en México es paradójica:
“Por cuestiones culturales se tiene la errónea idea de que los hombres son más infieles que las mujeres, pero eso no es necesariamente real; ellas, sobre todo cuando tienen 30 y 40 años, sin importar su grado escolar, pueden ser infieles cuando se sienten insatisfechas. La imagen de la esposa sacrificada se acabó en la época actual”.
¿Y qué buscan ellas?
De acuerdo a este especialista, las mujeres de entre 30 y 40 años buscan a hombres 10 años mayores a ellas. Al sobrepasar esa edad, buscan a hombres 20 años menores. También añadió que hay casos de hombres engañados por más de 20 años. Por lo regular sus parejas le pusieron el cuerno con compadres, vecinos, amigos y con extraños.
“Las mujeres infieles son finas, no caen en los trucos cínicos e inverosímiles de los hombres”.
La bronca es que cuando se descubre una infidelidad, los que llevan las de perder son los hijos, y la propia mujer, que es estigmatizada.
Por cierto, y como dato cultural para que saquen el dato a la hora de la comida: En México las tasas de divorcio se han incrementado en un 80%, con respecto a las que se registraban en la década de los años 50.
Obviamente, todo lo que acaban de leer no tiene que interpretarse erróneamente pues no todas las mujeres mexicanas son infieles ni andan de cuscas. Salvo las que sí.
Conclusión: La infidelidad no es asunto de género. Para una bonita experiencia multimedia, les recomendamos volver a leer esta nota, escuchando esta melodía de fondo: