Pues el asunto no sólo quedó en un mensajito indignado y ya. De acuerdo con un comunicado difundido por la Secretaría de Economía, México acudirá ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) para ver de a cómo nos toca con Estados Unidos. Todo esto para resolver el tema de los aranceles impuestos contra el acero y aluminio por el gobierno de Donald Trump.
Según el comunicado, la decisión de pedir que la OMC intervenga en el tema de los aranceles es porque se considera que la medida viola el Acuerdo sobre Salvaguardias de, precisamente, la OMC. El argumento con el que Trump estableció su medida (amenazas a la seguridad nacional) también viola el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994 (GATT 1994).
Con esta decisión, concluye el breve comunicado “el gobierno de México refrenda que sus acciones continuarán apegándose al estado de derecho comercial internacional y serán proporcionales al daño que México lamentablemente reciba”.
Recordemos que la semana pasada el gobierno de Donald Trump decidió imponer aranceles al acero y aluminio de México, Canadá y la Unión Europea. La respuesta de los dos últimos fue inmediata, advirtiendo que, así como ahora anuncia nuestro país, acudirá ante la OMC para iniciar un proceso contra Estados Unidos.
Desde el viernes se impuso un impuesto del 25% sobre las ventas de acero y de 10% a las de aluminio. En respuesta, además de acudir a la OMC, la UE anunció que tomaría medidas similares a las de Estados Unidos, imponiendo “medidas de reequilibrio” y todas las necesarias para proteger su mercado.
Por su parte, casi a la par, Luis Videgaray dio a conocer las “medidas equivalentes” del gobierno mexicano: así como Estados Unidos puso aranceles al acero, la administración de EPN impondrá lo mismo a productos como acero plano, lámparas, embutidos, piernas y paletas de puerco, preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos y diversos quesos.
Bueno… la medida no fue tan impresionante, pero ahora viene la reivindicación. Así como Canadá y la Unión Europea, México también va a la OMC para que sea ella la que dé solución a la controversia comercial.
