El gobierno de nuestro país ha solicitado a los Estados Unidos una investigación exhaustiva sobre las acciones de espionaje sobre ciudadanos mexicanos por parte de programas de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Además, según La Jornada, la cancillería mexicana ha citado al embajador estadounidense, Anthony Wayne, para expresar su enérgico extrañamiento y exigir la realización de la investigación señalada.
El texto de la Secretaría de Relaciones Exteriores dice:
«Sin prejuzgar sobre la veracidad de la información presentada en dichos medios de comunicación, el gobierno de México rechaza y condena categóricamente cualquier labor de espionaje sobre ciudadanos mexicanos en violación del Derecho Internacional. Este tipo de prácticas es contrario a la Carta de las Naciones Unidas y a la jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia»
Y es que, como recordarán, recientes filtraciones del ex colaborador de la CIA, Edward Snowden, el presidente Peña Nieto fue objeto de espionaje y la NSA habría intervenido sus correos electrónicos, mensajes de texto y llamadas cuando era candidato a la presidencia.
La información fue rebelada en el canal brasileño O Globo, adivinen por quién, pues por el reportero oficial de las filtraciones de Snowden, Glenn Greenwald, cuyo esposo fue retenido por nueve horas por el gobierno de Reino Unido en Londres (también recordemos que Greenwald había advertido que eso no se iba a quedar así).
Los legisladores también reaccionaron ante esta información.
El diputado perredista Fernando Zárate expresó a CNN México:
«Hasta ahora no hay pruebas contundentes de que esto sea así. Sin embargo, sí existe un sentimiento de profunda indignación. De ser cierto, viola gravemente la soberanía nacional. (…) ¡Cómo es posible que el teléfono del presidente esté siendo monitoreado?¡qué podía esperar un ciudadano cualquiera en nuestro país?»
El perredista aseguró que tanto diputados del PRD, como del PRI y del PAN iban a discutir sobre el asunto con congresistas estadounidenses en las próximas semanas.
Recordemos que hace unos meses, los legisladores mexicanos pidieron, de igual manera, a la cancillería, que pidiera explicaciones por el motivo del espionaje que habían sufrido los ciudadanos mexicanos.
La senadora panista Gabriela Cuevas expresó:
«Lo que me parece que tiene que suceder es una respuesta mucho más enérgica por parte de las autoridades mexicanas, para exigir un cese a todo este tipo de intervenciones telefónicas o a través de Internet. (…) Me parece que la respuesta nada más de decir que se ha citado al embajador y que se toma nota de lo que han dicho algunos medios no es suficiente»
Por otro lado, u funcionario del Departamento de Estado aseguró que:
«el gobierno de los Estados Unidos responderá por la vía diplomática a nuestros socios y aliados»
El Universal recuerda, que este no es el primer incidente de este tipo, ya en una filtración de Wikileaks (la organización de Assange que expuso la información de la soldado Chelsea Manning) se había expuesto (2011) la desconfianza que el gobierno de Estados Unidos tenía respecto de el Ejército mexicano y del compromiso del gobierno de Felipe Calderón en su lucha contra el narcotráfico.
El cable del entonces embajador Carlos Pascual a su gobierno decía:
«Los elementos del Ejército mexicano son lentos, mal preparados y tienen aversión al riesgo»
Dicho cable desató una airada protesta por parte del entonces presidente Calderón ante la Casa Blanca.