The Huffington Post sacó una nota muy interesante el día de hoy, y es que, en su afán de criticar el terrible sistema de salud que existe en Estados Unidos, nos ha dado una sorpresa, pues muestra dos mapas comparativos entre los países y parece que a México no le va tan mal en ese rubro.
Así es, el prestigioso medio electrónico estadounidense ha sacado una infografía en la cual, para enriquecer la discusión en su país, ha puesto una comparación del sistema de salud estadounidense con los de otros países.
Si ustedes son de los que creen que Estados Unidos es la tierra de la leche y miel, tememos informarles que si se enferman por allá podría serles más complicado acceder a los servicios de salud que aquí (por más malos que sean los servicios mexicanos).
El artículo de The Huffington Post se basa en un ranking hecho por Bloomberg (aquí puedes acceder a él) en el cual aparece también nuestro país.
Dentro de los primeros lugares aparecen los siguientes países:
Y dentro de los últimos estos:
Como ven, es un impacto muy grande para los estadounidenses el verse en un lugar tan bajo, sobre todo porque Estados Unidos ocupa el segundo lugar en el coste sanitario por habitante, sólo rebasado por Suiza, sólo que Suiza sí está dentro de los primeros diez lugares en cuestión de eficiencia.
Algo ¿bueno? es que Estados Unidos es el que más gasta (en relación a su PIB) en atención médica, aunque esto no se ve reflejado la calidad de su atención sanitaria.
Bloomberg hizo su ranking de la siguiente manera: cada país se calificó según su esperanza de vida (60%), costo per cápita relativo de la atención en salud (30%) y costo absoluto per cápita (10%). Los países fueron calificados en cada uno de los criterios y los resultados son ponderados y sumados para tener los índices de eficiencia.
Pero no hay una receta mágica en lo que respecta a tener un buen sistema de salud, ya que los primeros lugares tienen sistemas muy diferentes, lo único que parece tener en común es el estricto control del gobierno sobre el sistema universal de salud de cada país (y esto se puede hacer de diversas maneras).
Países de economía tan liberal como Japón y Hong Kong utilizan la intervención del estado, para regular precios, costos y garantizar el acceso universal de sus ciudadanos a los servicios de salud.