Hace 50 años, (2 de octubre del 68), México fue divido en dos partes cuando dos bengalas rojas iluminaron la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.

Esa fue la señal de inicio de la “Operación Galeana”, una operación militar que tenía el objetivo de dispersar la manifestación estudiantil convocada por el Consejo Nacional de Huelga (CNH).

La tragedia de Tlatelolco enmarcó el horror de la opresión, con una mano y a sangre fría el gobierno le disparó a sus estudiantes, con la otra mano alardeaba ser sede de las Olimpiadas de México 68. Tan infame resultó aquella tragedia para el gobierno, que las autoridades no tuvieron ningún pudor en bautizar aquellos Juegos Olímpicos como los ‘Juegos de la Paz’.

Y entonces, la otra parte de México, la que pudo sobrevivir a la matanza, no tuvo más remedio que resguardarse en la llama de fuego que Enriqueta Basilio prendió en el pebetero del Estadio Olímpico 68. La esperanza de aquella llama olímpica no camufló la opresión, ni pudo ocultar la verdad.

“Si están matando estudiantes para que haya Olimpiada, mejor sería que ésta no se realizara, ya que ninguna Olimpiada, ni todas juntas, valen la vida de un estudiante”, fueron las palabras de un atleta, de acuerdo al libro “La Noche de Tlatelolco” de la escritora Elena Poniatowska.

El más sangriento octubre que se recuerde en este país, comenzó un día antes de la matanza de Tlatelolco. El primero de octubre, ese día el Presidente Díaz Ordaz abanderó la delegación mexicana, un día después se convirtió en el autor intelectual de la masacre en la Plaza de las Tres Culturas.

México 68, los supuestos ‘Juegos de la Paz’

La matanza no pudo frenar los deseos detestables de un gobierno que quería demostrar que en México gobernaba ‘la paz’, y de forma autoritaria inauguró los Juegos Olímpicos del 68, tan solo 10 días después  (12 de octubre del 68) del infierno de Tlatelolco. 

Según las cifras oficiales, murieron 30 personas, pero de acuerdo con organizaciones de derechos humanos fueron 300 (al día de hoy no existen cifras oficiales), además al menos 1.000 estudiantes fueron detenidos.

Por un momento se temió por la celebración de los Juegos Olímpicos, pero con todas las miradas del mundo puestas en México se decidió seguir adelante con un evento deportivo que marcó un antes y un después en muchos aspectos del movimiento olímpico.

Los Juegos Olímpicos de México 68

En los juegos de México 1968 se rompieron 23 récords olímpicos, pero uno de los más memorables fue el del corredor de velocidad estadounidense James Hines.

1.- Llegó a la final de los 100 metros planos a los 22 años e hizo historia al ser el primer hombre en lograr un registro oficial de menos de 10 segundos (995)en unos Juegos Olímpicos.

Foto:Geoffrey’s Inner Circle

2.- El gran salto de Bob Beamon. No solo no defraudó a sus seguidores sino que impuso el récord de 8,90 metros en su salto.

México logró 9 medallas, como la de plata en 20 km caminata de José Pedraza, o Felipe Muñoz Kapamás, quien obtuvo la presea de oro en 200 metros pecho en natación, pero ni siquiera la gloria que ellos escribieron, pudo reducir el olor a sangre  de aquel 2 de octubre de 1968, que no se olvida.

*Los juegos de México también marcaron precedente en el uso de innovaciones tecnológicas hasta el punto que fueron las primeras que se transmitieron por televisión vía satélite a todo el mundo.

Con datos de la BBC

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