Y seguro habrá quien apoye los señalamientos de Jeanine Áñez, mujer que entró al Palacio Legislativo con biblia en mano para “hacer un Guaidó” y autoproclamarse presidenta de Bolivia… pero, pos cada quien.
El punto es que uno de los primeros pronunciamientos de Jeanine Áñez como mandataria fue respecto a la situación en México. Claro, porque con su llegada al poder Bolivia ya está chida… y, por eso, lamentó que nuestro país esté a punto de probar lo que el suyo ya padeció (utsss, con esa disminución de pobreza que tuvo en los últimos años, ojalá). El socialismo, dijo ella, con mucha lastima por los mexicanos.
“A mí me dan mucha pena los mexicanos, porque de algo de lo que queremos salir, ellos decidieron entrar”, señaló Jeanine Áñez en entrevista para CNN.
“Ojalá que México, ojalá que los mexicanos no pasen estas situaciones tan desafortunadas que hemos pasado (…) pero la decisión de los mexicanos fue esa: un socialista en el poder y ojalá que no tengan que lamentarlo, como lo estamos lamentando”, agregó la mujer que ayer se autoproclamó presidenta, ya que no contó con el aval necesario del órgano legislativo. No tuvo quorum, pues. Según Áñez, así fue… pero no por gandalla, sino “por necesidad (…) el vandalismo estaba en la calle”.
Sobre la llegada de Evo Morales a nuestro país, Jeanine Áñez acusó que el exmandatario de Bolivia nomás se está haciendo la vistima… digo, la víctima: la condición de asilo se le concedió luego de, supuestamente, haber orquestado un fraude para intentar perpetuarse en el poder.
“Porque así son los socialistas, utilizan mecanismos democráticos y luego se aferran al poder y después engañan a la gente, cooptan instituciones”, señaló la presidente interina… es decir, presidenta “constitucional”. Porque ella remarcó eso: no está en la Presidencia de Bolivia de manera “interina”, sino constitucionalmente.
¿Y entonces, el llamado a nuevas elecciones en Bolivia? Pssss… luego de rendir protesta como presidenta, Jeanine Áñez dijo que lo haría, pero en una de ésas decide quedarse un buen rato en el poder. Total, nomás en lo que acaba de pacificar a Bolivia que, según dijo, es uno de sus primeros y principales objetivos como mandataria.