Este miércoles, los mexicanos estamos celebrando el Día del Abuelo. Probablemente, los que tienen la fortuna de tenerlos consigo, ya tienen planeada una comida, una ida al cine, a pasear o simplemente ir a visitarlos y platicar. Sin embargo, el panorama para los adultos mayores mexicanos no es así para todos.
Vamos a ver…
En la Constitución, de acuerdo con la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, existen 10 puntos generales a los que las personas mayores tienen derecho:
- A una vida con calidad, sin violencia y sin discriminación.
- A un trato digno y apropiado en cualquier procedimiento judicial.
- A la salud, alimentación y familia.
- A la educación.
- A un trabajo digno y bien remunerado.
- A la asistencia social.
- A asociarse y participar en procesos productivos de educación y capacitación en su comunidad.
- A denunciar todo hecho, acto u omisión que viole los derechos que aparecen en dicha ley.
- A la atención preferente en establecimientos públicos y privados que presten servicio al público.
- Y a contar con asientos preferentes en los servicios de autotransporte.
Pero, en México ¿qué tal está el panorama de calidad de vida para los adultos mayores conforme a lo anterior?
Adultos mayores en México
De acuerdo con las proyecciones del INEGI, en 2019 hay un aproximado de 16 millones 179 mil adultos mayores mexicanos.
Con respecto al número total de mexicanos, estamos hablando de que las personas de la tercera edad representan aproximadamente el 12.8%. Si tomamos en cuenta que apenas en 2015 las personas mayores a 60 años representaban el 7%… entonces sí tenemos que hacer algo.
Población económicamente activa
Este es uno de los factores más importantes para entenderle al panorama de los adultos mayores en nuestro país.
Al segundo trimestre del 2019, el número de personas mayores de 60 años que se encuentran ocupadas es de 5 millones 438 mil personas, es decir, el 33.6% de todo el grupo de edad. Esto, según los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI.
El gobierno federal implementa programas de apoyo social con el objetivo que de los adultos que no cuentan con la capacidad de trabajar puedan tener un ingreso económico fijo, oportunidades de desarrollarse, de pasar su tiempo libre, etc.
Sin embargo, ¿cuántas personas cuentan con esos apoyos?
Al primer trimestre del 2018, los adultos mayores que reciben un apoyo económico es de 5 millones 802 mil 880 pesos, es decir, aproximadamente el 35%.
Aquí entra también el tema de las pensiones
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social (ENESS) levantada en 2013, aproximadamente una cuarta parte de los adultos mayores mexicanos se encuentran pensionados, siendo la jubilación o tiempo de servicio la razón que predomina. Le siguen el retiro, vejez o cesantía de edad avanzada; viudez; y accidente o enfermedad de trabajo.
¿Y la vivienda?
Hay que mencionar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) refiere que es de suma importancia generar comunidades que estén adaptadas a las personas de la tercera edad, es decir, que los espacios físicos y sociales vayan de acuerdo con sus capacidades y necesidades. En el caso de la vivienda, que cuente con los servicios básicos y los materiales de construcción adecuados para garantizar la salud.
Según datos de la Encuesta Intercensal 2015, de las viviendas en donde habita al menos un adulto mayor, el 18% todavía usa leña o carbón como fuente principal de combustible, el 6.4% no cuenta con drenaje, el 4.8% no tiene agua entubada y el 3.8% tiene piso de tierra.
Un informe de estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señala que además de ello, un 4% de los adultos mayores viven en departamentos, lo que implica que tienen que subir escaleras, cosa que no es conveniente para aquellos que tienen problemas de salud, discapacidad o alguna limitación.
Acceso a los servicios de salud
Las estadísticas de mortalidad del INEGI para 2015 señalan que las enfermedades del sistema circulatorio son la principal causa de muerte entre los mexicanos mayores a 60 años. Le siguen las enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas; luego los tumores, las enfermedades del sistema respiratorio y las enfermedades del sistema digestivo.
Y, de acuerdo con las Estadísticas de mortalidad de 2015, el 15.8% de las personas de 60 años y más que fallecieron en el 2015, no tenían derechohabiencia, es decir, que no estaban afiliadas a ningún tipo de institución médica (ni pública ni privada).
Envejecimiento de la población
La implementación de políticas públicas orientadas a elevar el bienestar social a lo largo de los años ha derivado en el aumento constante de la esperanza de vida, por lo tanto, un envejecimiento de la sociedad.
Es justamente por eso que es necesaria la planeación aún más detallada de las condiciones de vida de la población a largo plazo. De acuerdo con la Conapo, a partir de 1970 inició una trayectoria de baja constante de las tasas de natalidad y mortalidad, es decir, nacen menos niños y mueren menos adultos, por lo que la tendencia es clara: estamos envejeciendo.
Entonces, las características socioeconómicas que imperan en la población adulta mayor representan uno de los principales riesgos públicos.
A eso, hay que agregarle que entre los mexicanos existe un bajo nivel de ahorro para el retiro en las actuales generaciones y una elevada inconformidad laboral. Es necesario que se identifiquen con más claridad, se prevengan y se compensen los efectos sobre las metas de bienestar social. Así lo analizó la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
¿Las políticas públicas actuales serán suficientes para los años que vienen? ¿Son suficientes ahora?