Trasnacionales españolas altamente contaminantes compran bonos de carbono al sistema de transporte Metrobús mediante un convenio firmado entre éste y el Banco Mundial.

El mercado de bonos del carbono consiste en dar permiso de contaminar con un precio establecido en el mercado, es decir que aquellas empresas que emiten bajas emisiones de carbono (como el Metrobus) venden certificados para que otras empresas si lo hagan,el Metrobús ha comercializado un equivalente a 246 mil 763 toneladas de CO2 a precio de compra de 4.18 euros por tonelada.

Ese pago es muy chiquito si consideramos que aunque se construyen las líneas del Metrobús se promueve el uso del automóvil privado a través de las autopistas urbanas privadas. Tendrían que prohibir el uso de automóvil o tomar alguna medida drástica, un coche medio normal que en promedio recorra anualmente 22,000 km. generará 4.066 ton. de emisiones gases.

¿Qué son los bonos de carbono?

Los bonos de carbono surgen como un instrumento económico internacional para ayudar a reducir las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero, el principal es el dióxido de carbono (CO2); le siguen el metano; óxido nitroso; los gases fluorados y otros hidrocarburos halogenados) que son las que provocan el cambio climático global.

Los bonos de carbono promueven la venta de “emisiones evitadas” entre un país y otro. A diferencia de un mercado ordinario, el mercado de bonos del carbono está diseñado como un mecanismo para la reducción de las emisiones de GEI hacia la atmósfera. El comercio de derechos de emisiones (Emissions Trading) consiste en la transferencia de reducciones de carbono entre países, al efectuar la compra/venta de sus permisos de emisión a países que están por debajo de sus cuotas, cuantificadas en unidades permitidas o asignadas AAU (Assigned Amount Units).

El mercado especulativo de los bonos de carbono

Un certificado equivale a una tonelada métrica de dióxido de carbono (CO2) que no fue emitido a la atmósfera. A través del Mecanismo se tiene la posibilidad de participar en el mercado de reducción de emisiones de gases de efecto de invernadero con la compra-venta de certificados.

Ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) los certificados son válidos como derechos para continuar emitiendo gases de efecto invernadero y así dar cumplimiento a los compromisos contraídos en virtud del artículo 3 del Protocolo sobre la limitación y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero .

En lugar de reducir las emisiones en el origen, las empresas le pagan a los proyectos de ahorro de emisiones en otros países para seguir contaminando en el suyo. Así, se sigue contaminando con el supuesto de que se producirá un ahorro de emisiones equivalente en otro lugar

Los bonos del Metrobús

El titular del Metrobús especificó que el acuerdo del 2005 establece la compra de las reducciones verificadas por 10 años, periodo para el cual se estimó una reducción acumulada de 354 mil toneladas de dióxido de carbono equivalente .El Metrobús suscribió un acuerdo de compra-venta de reducción de emisiones con el Fondo Español de Carbono, a través del Banco Mundial. En el acuerdo se compromete la comercialización de la reducción de emisiones generada por la operación del Corredor Insurgentes, Línea 1 del Metrobús.

“Éste es el primer proyecto de transporte en el mundo que logra comercializar reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero”, declaró Guillermo Calderón Aguilera, titular del Metrobús.

Los ingresos ascienden a unos 21 millones de pesos. En las transacciones está involucrado el Fondo Español de Carbono, que financia el parque eólico oaxaqueño de La Venta, (ligado al despojo de tierras a ejidatarios) Endesa, Gas Natural, Hidrocantábrico, Repsol, Abengoa, Azuliber, Cepsa, Cementos Pórtland, Iberdrola, Enerl Viesgo, Oficement y Unión Fenosa son algunas de las trasnacionales de origen español que financian al sistema de transporte Metrobús, por medio de la compra de bonos de carbono.

El mercado de bonos de carbono es un mecanismo que genera un amplio proceso de especulación.

“En el momento en el que estos bonos o certificados sirven para hacer intercambios en las bolsas de valores pierden todo tipo de conexión con el proceso real de generación o de reducción de emisiones. Económicamente es un mecanismo muy perverso”.

El Banco Mundial es responsable de la crisis climática.

—¿Cuál ha sido el papel del Banco Mundial que, además de hacer donativos para este tipo de proyectos, también hace préstamos? –se le pregunta a Rosas Landa.

El Banco Mundial es uno de los mayores responsables de la crisis climática que estamos viviendo, tendría que ser juzgado en cortes internacionales como uno de los mayores criminales de la historia humana porque además promueve proyectos como las grandes presas hidroeléctricas. Como intermediario de grandes empresas trasnacionales, ha promovido la privatización de los recursos naturales de todo el mundo.

Con la intermediación del Banco Mundial, el Gobierno del Distrito Federal ha vendido certificados de reducción de emisiones al Fondo Español de Carbono. Por estas operaciones, el Metrobús obtuvo 13 millones 612 mil 752 pesos entre 2006 y 2011.

“La magnitud de emisiones que se están generando al interior de la Ciudad de México, por ejemplo con el alumbrado de edificios, de espectaculares o el proceso de urbanización salvaje está generando consumos energéticos que finalmente anulan el impacto positivo que se podría tener”.

Vía: Contralínea

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