La Línea 7 del Metrobús, al parecer, tendrá que esperar. El proyecto ha estado lleno de polémica desde que se dio a conocer. Argumentos hay en contra y a favor de la obra: que la construcción atenta contra el valor cultural e histórico de Paseo de la Reforma, que esa línea es innecesaria, que aumentará los niveles de contaminación, que beneficiará a un gran número de trabajadores que laboran por la zona o que es un medio de transporte más seguro y económico para los usuarios. Ayer, 12 de junio, un juez federal concedió una suspensión definitiva en la que ordenó al Gobierno de la Ciudad de México cesar los trabajos de construcción por completo. ¿Cuál fue el argumento? Que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) les reportó que tanto la emblemática avenida como el Bosque de Chapultepec están considerados monumentos históricos.
Sin embargo, los trabajos de la Línea 7 continuaron con normalidad durante el lunes. A pesar de la orden del juez. Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, declaró en una entrevista con el periodista Carlos Puig que sí va a haber Metrobús en Paseo de la Reforma. El mandatario capitalino dijo respetar la determinación del juez federal Fernando Silva García, aunque argumentó que la construcción de la nueva línea es para el bien común de los chilangos: “Sí va a haber Metrobús y la gente debe estar confiada en que estamos haciendo cosa para el bien de la gente, ya lo hemos venido demostrando en diferentes proyectos. Siempre he sido respetuoso del Poder Judicial y vamos a demostrar que esta obra no tiene razón mayor que lo que es la razón del bien común que se va plantear”.
El proyecto de la Línea 7 contempla un recorrido de 15 kilómetros, desde Indios Verdes hasta Santa Fe, con el cual se busca reducir hasta 35% del tiempo de traslado. Manuel Granado Covarrubias, consejero jurídico del Gobierno de la CDMX, explicó que para cesar completamente los trabajos de construcción de la nueva línea del Metrobús es necesario concluir con las obras de repavimentación que se están llevando a cabo desde enero y que están previstas para concluir en octubre. De acuerdo con Granado Covarrubias, la resolución del juez Silva García dictamina un “cese total de la construcción“, pero también señala que se tendrán que implementar todas las medidas necesarias para que no se afecte la vialidad en las zonas donde hay obras iniciadas.
Guillermo Calderón, director del Metrobús, afirmó el lunes que no existía argumento alguno para frenar la obra y aseguró que solamente se trata de un cambio de pavimento en el carril del servicio público y no cambia la estructura de la vialidad. Calderón también dijo que la construcción de la Línea 7 no trae más que “mejoramiento a los pavimentos” y la sustitución de 180 autobuses “viejos y contaminantes”, además de que los trabajos se estaban llevando a cabo con la supervisión de gente del INAH. Este martes 14 de junio, el director del Metrobús declaró que sólo se cubrirán las excavaciones que fueron abiertas y que la construcción no avanzará hasta que se resuelva el proceso legal. El Gobierno de la Ciudad de México puede impugnar la suspensión del juez federal ante un tribunal colegiado de circuito, aunque este recurso tomaría varias semanas en revisarse. También hay que tomar en cuenta que el Poder Judicial saldrá de vacaciones el 15 de julio y no regresará a sus funciones hasta agosto.
Los trabajos de construcción de la Línea 7 estaba previstos para finalizar el 15 de octubre de este año. Aunque con el amparo conseguido por la Academia Mexicana de Derecho Ambiental (AMDA) difícilmente la obra será concluida en el periodo planeado. El Metrobús ya adquirió las 90 unidades de doble piso a la armadora Alexander Dennis Limited por un costo de 11 millones de pesos por vehículo. Estos llegarán a la CDMX entre julio y agosto de 2017.
¿Quiénes están detrás del amparo contra la nueva línea del Metrobús?
Los miembros de la AMDA consiguieron un amparo para que se detuviera las obras de la Línea 7 argumentando que la construcción de la nueva línea daña el medio ambiente: (1) que afecta las especies arbóreas de la zona, (2) que afecta la movilidad y genera mayor contaminación, (3) además de que pone en riesgo vestigios y monumentos con valor histórico, cultural y artístico en la zona. Ramón Ojeda Mestre, fundador de la organización, solicitó que el proyecto —como está planteado actualmente— sea desechado en su totalidad y se vuelva a plantear desde cero. Los vecinos que se verían “afectados” por la obra recomendaron que es mejor que el Metrobús pase por avenida Chapultepec y luego por Constituyentes ya que son vialidades más amplias, con cercanía al Metro y al Tren México Toluca.
El problema es con la ciudadanía y tienen que empezar de nuevo todo el trámite haciendo consultas ciudadanas, presentando cómo es el proyecto real, no negociándolo en lo oscurito (…) no estamos en contra del transporte público, creo que nadie está en contra del transporte público, pero que sea con criterios de sustentabilidad, con criterios de limpieza, no queremos que sea un negocio de anuncios como el que ya estaba contratado, dijo Ojeda Mestre.
El periodista Carlos Puig denunció en su columna del 2 de junio la presión que han ejercido vecinos de Polanco, Las Lomas y otras colonias aledañas para que el Metrobús no pase “por sus zonas”. En su texto intitulado La ciudad en que los ricos y el gobierno quieren que los pobres se jodan, Puig revela que los empresarios han sometido al Gobierno de la Ciudad de México con sus presiones. ¿El resultado? Las autoridades capitalinas cedieron a las pretensiones de los colonos y prometieron modificar el trazo de la línea entre las colonias Polanco y Lomas de Chapultepec para evitar “afectaciones en la movilidad de la zona“. De acuerdo con el periodista, esta estampa retrata a una ciudad en la que “los ricos y el gobierno prefieren que los pobres sigan pasándola muy mal”.
Presionaron y la ciudad cedió. Que aquellos que trabajan en sus casas, que les hacen el desayuno, la comida y la cena; cuidan a sus niños, riegan sus jardines, manejan sus coches, largo etcétera… esos que sigan sufriendo en microbuses inseguros, caros, en mal estado. Que lleguen como puedan por malos sueldos. Pero Paseo de la Reforma, allá en Las Lomas, es nuestro, carajo.
¿Cuáles serían los beneficios de la Línea 7 del Metrobús?
Organizaciones como Greenpeace, Ethos Laboratorio de Políticas Públicas, el Instituto Mexicano para la Competitividad, Fundar y la Comisión de Movilidad de COPARMEX CDMX, Bicitekas y el Poder del consumidor se han posicionado a favor de la Línea 7 del Metrobús porque representa inversión en transporte público masivo, “eficiente, seguro y de calidad”, porque desincentiva el uso del automóvil y abona a una mejor movilidad. Estas organizaciones aseguran que la obra mejorará el entorno de estas zonas y no afectará su contexto histórico, como argumentan las personas que están en su contra. Entre los argumentos y beneficios que exponen para decirle sí al Metrobús están:
1.- Se sustituirán 180 unidades de transporte que contaminan por 90 autobuses de doble piso que proyectan muy bajas emisiones.
2.- El esquema de calle completa le da prioridad al ciclista y al peatón.
3.- Respeta el entorno histórico y urbano de la ruta. Las estaciones serán transparentes, estarán a nivel de piso y tendrá paradas accesibles para personas con discapacidad.
4.- La nueva línea significará un ahorro de hasta 40% de los tiempos de traslado para los usuarios. También se mejorará la seguridad personal y vial de los pasajeros.
5.- Se reducirán 19 mil toneladas de CO2 al año.
6.- Habrá nuevos cruces peatonales a nivel de calle con los cuales se contribuirá a la seguridad del peatón. Entre estos se destacan los que se implementarán en la zona del Auditorio Nacional.