La Línea 7 del Metrobús ha enfrentado problemas en todos sus procesos. Casi casi desde su concepción. A varios les pareció que la ruta de transporte, que recorrerá desde Indios Verdes hasta Santa Fe, afeará la histórica y emblemática avenida Paseo de la Reforma. Los opositores a que la nueva línea del Metrobús pase por esa arteria indican que esta atenta contra su valor cultural y patrimonial, además de —supuestamente— afectar el medio ambiente y circulación de la zona. ¡Los usuarios qué! Que se sigan transportando a sus lugares de trabajo en pesero o como dios les dé a entender. El pasado 12 de junio un juez concedió una suspensión definitiva en la que ordenó al Gobierno de la Ciudad de México cesar los trabajos de construcción por completo. Apenas diecisiete días después, el gobierno encabezado por Miguel Ángel Mancera logró que se reanudaran las obras luego de conseguir el aval del INAH para seguir adelante. Se prevé que las obras de la Línea 7 concluyan en octubre de este año.

A la par de las broncas, los debates y los trabajos a contrarreloj para entregar el Metrobús, se anunció la adquisición de 90 unidades de doble piso que circularían en la controvertida obra. Estos vehículos fueron comprados a la armadora escocesa Alexander Dennis Limited por un costo de 11 millones de pesos por vehículo. Se pronosticaba que llegaran a la Ciudad de México entre julio y agosto. ¿Y qué creen? Los primeros seis autobuses ya llegaron a la capirucha. El Jefe de Gobierno presentó con bombo y platillo los nuevos camiones asegurando que no hay razón alguna para negarle “transporte de altísima calidad” a los habitantes de la CDMX. Estas son algunas de las características de los famosos autobuses de doble piso que próximamente circularán por la capital:

1.- Tienen capacidad para 130 pasajeros, de los cuales 86 pueden ir sentados (57 en la parte de arriba y 29 en la parte inferior).

2.- Miden 12.93 metros de largo, 2.55 metros de ancho y 4.14 de alto.

3.- Cada uno de los vehículos cuenta con ocho cámaras de seguridad que están conectadas con el Centro de Control del Metrobús, que a la vez está conectado con C5 de la Ciudad de México.

4.- Su límite de emisiones es el más bajo que existe y permitirá que se reduzcan más de 19 mil toneladas de gases invernadero.

5.- Según las autoridades capitalinas, cada uno de estos camiones equivale a 108 automóviles particulares. Se espera que gracias a la nueva Línea del Metrobús se dejen de realizar cerca de 22 mil viajes en coche al día.

Al menos eso es lo que dicen las autoridades…

Foto: Notimex

Vecinos de Polanco, quienes impulsaron el amparo original contra la construcción de la obra, señalaron que los autobuses que compró el Gobierno de la CDMX son “chatarra” que ya no usarán en el Reino Unido y que, por lo mismo, se la estaban vendiendo a México. De acuerdo con su testimonio, los camiones no contarían con la cacareada tecnología que reduce emisiones contaminantes, son incómodos y el segundo piso apenas mide 1.70 metros de altura. Los opositores indicaron que la Línea 7 es un “negocio para empresarios y exgobernadores” y que su renuencia a que el transporte pase por sus lares no obedece a un capricho ni a un “color político”, sino a que este afectará las vialidades y será más costoso para los usuarios. ¡Siempre tan preocupados y acongojados!

El periodista Carlos Puig denunció en su columna del 2 de junio la presión que han ejercido vecinos de Polanco, Las Lomas y otras colonias aledañas para que el Metrobús no pase “por sus zonas”. En su texto intitulado La ciudad en que los ricos y el gobierno quieren que los pobres se jodan, Puig revela que los empresarios han sometido al Gobierno de la Ciudad de México con sus presiones. ¿El resultado? Las autoridades capitalinas cedieron a las pretensiones de los colonos y prometieron modificar el trazo de la línea entre las colonias Polanco y Lomas de Chapultepec para evitar “afectaciones en la movilidad de la zona“. De acuerdo con el periodista, esta estampa retrata a una ciudad en la que “los ricos y el gobierno prefieren que los pobres sigan pasándola muy mal”.

Presionaron y la ciudad cedió. Que aquellos que trabajan en sus casas, que les hacen el desayuno, la comida y la cena; cuidan a sus niños, riegan sus jardines, manejan sus coches, largo etcétera… esos que sigan sufriendo en microbuses inseguros, caros, en mal estado. Que lleguen como puedan por malos sueldos. Pero Paseo de la Reforma, allá en Las Lomas, es nuestro, carajo.

¿El Metrobús del techo chaparro?

Algunos usuarios tuvieron acceso a los nuevos vehículos del Metrobús, el pasado miércoles 25 de julio, y documentaron la experiencia. Su relato coincidió con el de los vecinos de Polanco respecto a la altura del techo del segundo piso del camión. Al parecer, los techos de los nuevos autobuses son bastante bajitos. De acuerdo con el diario Reporte Índigo, este transporte fue especialmente diseñado para la Ciudad de México y su característica es el segundo piso de “baja altura”. Según la publicación, el techo de los double deckers en Londres, por ejemplo, miden 4.3 metros, mientras que los que circularán en la CDMX son de 4.14 metros, del mismo forje que en Nueva York. A través de su cuenta de Twitter, el Metrobús indicó que la altura del segundo piso es estándar internacional y que con esta se busca “incentivar que las personas viajen sentadas“.

De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la estatura promedio de las mexicanas es de 1.58 metros, mientras que la de los hombres es de 1.64 metros. Para aquellos que creen que el segundo piso del Metrobús fue diseñado para hormigas.

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