Alrededor de 300 mil toneladas de materiales como el balasto —las piedritas que vemos en las vías del metro—, el metal y los durmientes o los soportes de los rieles serán removidos de la Línea 1 en los trabajos del gobierno de CDMX para su modernización.
Y lejos de lo que pudiéramos pensar, estos materiales se van a ir a revisión por si hay algo que reciclar.
¿A dónde se van todas las toneladas de material que van a quitar de la Línea 1 del Metro?
Gaby Espinosa, Raúl Fernández y su servilleta Lucy Sanabria nos dimos una vuelta por la estación Salto del Agua de la Línea 1 para ver cómo van los trabajos de rehabilitación, remodelación y modernización.
En esta estación, que ya está cerrada al paso de los usuarios, nos recibieron el personal de Seguridad e Higiene, de Comunicación y el ingeniero David Escalante Sánchez, coordinador de Planeación del Proyecto de Modernización del Metro, para explicarnos un poco a detalle en qué consisten los trabajos.
Y hay algo súper interesante: los materiales que van a quitar en la Línea 1. ¿A dónde los van a mandar?
Igual podemos pensar que se van a la trituradora y de ahí directo a los desechos.
Sin embargo, el Metro CDMX le va a echar un buen ojo a estos materiales porque pueden ser reutilizables.
“Lo que estamos sacando de esta línea, lo estamos estudiando para volerlos a usar (…) Muchos tienen uso secundario o un valor para otras organizaciones, (son) 300 mil toneladas de materiales, todo se va a clasificar de manera minuciosa y en muchos casos se podrá rehusar”, explicó David Escalante.
Por ejemplo, el balasto o las piedritas
Las piedritas que vemos en las vías son básicamente balasto que no llega así como así al Metro.
El Sistema de Transporte Colectivo (STC) le echa un buen ojo a todo al material que usa.
En el caso de las piedras, primero toman en cuenta la frecuencia del paso, velocidad y el peso de los trenes así como la fricción.
Por lo general, el Metro CDMX usa balasto —traído de las minas del centro de México— y luego lo pone a pruebas geométricas y físicas.
“Es decir, no se puede traer cualquier tamaño, no puede ser ni muy grande ni muy chica, se controla el tamaño justamente para generar un nivel de fricción y aseguramiento del durmiente, por la pura geometría, por el tamaño, no puede ser ni redonda ni cuadrada, tiene que tener algunas aristas, piquitos”.
En palabras de David Escalante, estas serían las características que se ven en las pruebas geométricas.
En cuanto a las físicas, el balasto es puesto a pruebas de dureza y resistencia —que son las más importantes—, de desgaste, absorción de agua o reacción a la luz.
Y una vez que aprueba el control de calidad, va pal Metro.
El reciclado
“Esta piedra tiene propiedades adecuadas para todo tipo de material con el que se construyen banquetas, incluso para el asfalto”, precisó el coordinador de Planeación del Proyecto de Modernización del Metro.
El plan que tienen para el material que quiten en la Línea 1 es entonces entregarlo a la Secretaría de Obras y Servicios, en la planta trituradora, que le echen un ojazo y vean si pueden reusarlo.
Aunque ojo, no crean que toooodo el material se va a reutilizar, “lo que es basura, es basura”, precisó el ingeniero Escalante.
Es decir, lo que no sirva, pues no será reutilizado.
Los durmientes
En el caso de los durmientes —que hay un aproximado de 60 mil en toda la Línea 1— también podrían ser reutilizados.
David Escalante nos explicó que estos durmientes, los de la Línea 1, son de madera.
De azobe, que no es tan fácil encontrarlo ahora, y este material sí que sirve para reusarlo en otros espacios o líneas. Mientras, el material que llegará para los durmientes de la Línea 1 será de concreto.
Si quieres echarle un ojo a cómo van los trabajos en Salto del Agua —apenas el 17 de julio comenzaron con el retiro de la vía en este primer tramo—, por AQUÍ te compartimos una galería.