2015 será recordado como el año en el que los servicios de streaming terminaron por cambiar la forma en la que consumimos y nos relacionamos con la música. Por primera vez en la historia, las regalías de estos servicios, significaron para la industria discográfica su principal ingreso económico, por encima de la propia venta de discos.
Para nuestros oídos, la implementación de estas plataformas nos ha permitido descubrir canciones, discos y artistas, pero en contraparte, he de decir que al mismo tiempo nos han ‘robado’ esa emoción de sentirnos parte de algo. De marcar la diferencia en la carrera de un artista al comprar o no su disco, de apreciar el arte, de conocer los detalles detrás de cada obra, para conformarnos muchas veces, con lo que el algoritmo decide que está bien escuchar.
Personalmente, sigo creyendo que no hay algoritmo capaz (todavía) de sustituir el tacto humano, e incluso en cada fiesta o reunión con amigos, una de las preguntas frecuentes siguen siendo “¿Qué estás escuchando?”, lo cuál me dice que no importa que tan bien nos conozcan nuestras computadoras o dichos servicios, al final del día, no hay nada como que un cuate te recomiende o presente alguna canción, artista o disco.
Es por eso que al momento de hacer nuestra lista de los mejores discos que nos dejó el 2015, optamos por elegir una serie de obras que realmente creemos que todos DEBEN escuchar (si no es aún no lo hacen) por lo menos una vez.
Creemos que calidad es mejor que cantidad, así que más allá de hacernos los exquisitos pajareando con listas de 50 o 100 discos en donde se colarían algunos de relleno, optamos por centrarnos en las 15 obras, que marcaron nuestro 2015.
Esperamos las disfruten tanto como nosotros lo hemos hecho, y si alguien quiere recomendar algo más, ¡siéntase libre de postear en los comentarios!
1.- Tame Impala – Currents
“Discazo el de Tame Impala”. No importa cuándo digas o escuchas esa frase; sea “Innerspeaker”, “Lonerism” o “Currents”, demuestran que Kevin Parker, quien escribe, toca y produce todas las canciones de Tame Impala es un genio de nuestra época.
2.- Jamie XX – In Colour
Y hablando de genios, ¿qué podemos decir de Jamie XX? Sus credenciales como músico, productor o incluso como DJ nunca estuvieron en duda, pero cuando a finales del año pasado se hablaba de su primer disco solista, muy pocas personas esperaban que se tratara de una obra, que si bien, visual y sonoramente podría parecer totalmente opuesto a lo hecho con The XX, al final la soledad y melancolía de las letras (“I go to loud places to search for someone/to be quiet with/who will take me home.”) termina por hacer de este disco, un caleidoscopio al que siempre se le descubren caras nuevas.
3. Father John Misty – I Love You, Honeybear
Josh Tillman, mejor conocido como Father John Misty describe este disco como un álbum conceptual sobre si mismo, en el que al mismo tiempo, quería satirizar la cultura americana, con canciones como “Bored In The USA” o burlarse de la escena musical, al punto de lanzar su propio servicio de streaming, el Streamline Audio Protocol donde al día de hoy todavía se puede escuchar una versión de “I Love You Honeybear” en baja fidelidad, con todo y tracks instrumentales. Sin saberlo, terminó por firmar una obra de arte.
4.- Natalia Lafourcade – Hasta La Raíz
Uno de los mejores discos no sólo del año, sino probablemente de la última década.
5.- Wolf Alice – My Love Is Cool
Crean todo lo que dicen. La nueva gran banda del indie británico está frente a ustedes.
¡Atásquense con Wolf Alice!
6.- Sleater Kinney – No Cities To Love
De las mejores cosas que pudieron pasar en el 2015: un nuevo disco de Sleater Kinney, primero en diez años y probablemente el mejor de toda su carrera. ¿no me creen? escuchen.
7.- Natalie Prass – Natalie Prass
Si creen que el mejor disco del año, escrito por una mujer nacida en Tennessee es 1989 de Taylor Swift, es porque necesitan escuchar el debut de Natalie Prass!
8.- Courtney Barnett – Sometimes I Sit and Think, and Sometimes I Just Sit
Courtney Barnett es una jovencita australiana que ha sorprendido a todo el mundo con su primer álbum. La guitarrista zurda de 28 años, no es la típica chica que toma una guitarra para hacer canciones melosas y de amor, sino todo lo contrario, tiene toda la actitud para hacer canciones de punk-rock combinadas con algo de pop, lo cual las vuelve muy agradables al escuchar, además de agregarle cierto humor e inteligencia a sus letras. Sin lugar a dudas uno de los debuts favoritos.
9.- Julia Holter – Have You in My Wilderness
Loud City Song parecía un disco muy difícil de superar y aunque quizás Have You in My Wilderness no lo consiga, quizás ese no sea el punto. Load City Song es un disco más ambiental con un enfoque más alto en las atmósferas creadas para cada canción mientras que Have You in My Wilderness es más directo y personal, con estructuras más sencillas pero excelentes y aún con un cierto enfoque en el ambiente generado por las canciones. Un disco muy bello.
10.- Blur – The Magic Whip
Solo podemos decir que la forma en la que se gestó, desarrolló y culminó el reencuentro de BLUR debería servir de ejemplo para todas aquellas bandas que terminan juntándose por dinero, más que por amor y respeto a un proyecto. Muchas cosas pasaron en los doce años de espera, sin embargo, Damon Albarn, Graham Coxon, Alex James y Dave Rowntree supieron capturar el espíritu de Blur y traerlo de una forma valiente y relevante al 2015. Tan es así, que nos dejaron con ganas de más, por que este no puede ser el último disco que nos regale BLUR ¿cierto?…..¿CIERTO?
11.- Sufjan Stevens – “Carrie & Lowell”
Sin lugar a dudas uno de los mejores álbums de Sufjan Stevens. A mi parecer el álbum más sincero de su carrera. Después del fallecimiento de su madre (este mismo año) el músico se encerró y en cuestión de semanas compuso todo este álbum que en sí es un homenaje a la vida junto a ella. Sus letras son desgarradoras y muy, muy puras. El álbum es toda una joya.
12.- Panda Bear – Panda Bear Meets the Grim Reaper
Dicen que nunca es buena idea editar un disco en Enero, pues lo más probable es que el imperdonable paso del tiempo, termine por enterrar una buena obra. Sin embargo, cuando hablamos de un disco de la calidad de ‘Panda Bear Meets the Grim Reaper’ es imposible olvidarlo de un mes para otro.
13.- Kendrick Lamar – To Pimp a Butterfly
¿Qué no se ha dicho de este disco? Artísticamente, es quizás el disco más importante en el Hip-Hop de los últimos 10 años y musicalmente es una maravilla. No hace falta decir que Kendrick es un rapero excelente con una gran habilidad para contar historias y esta rodeado de músicos y colaboradores increíbles como Flying Lotus, Pharrell, Thundercat, Kamasi Washington, Bilal y, por supuesto, Dr. Dre. Sus letras son muy relevantes para el clima en cuanto al racismo en los Estados Unidos, sin duda es un clásico instantáneo de su género.
14.- Speedy Ortiz – Foil Deer
El tercer disco de Speedy Ortiz es mucho más ruidoso de lo que esperábamos y justamente ahí recae el encanto de esta entrega. Guitarras mucho más distorsionadas, que a momentos llega a coquetear con el grunge noventero. Un disco cuyo sonido es viejo, y si, tal vez no descubra nada nuevo, pero el momento en el que llega, hace que refesque nuestros oídos.
15.- Florence & The Machine – How Big, How Blue, How Beautiful
Tras su presentación en el Festival Corona Capital, Florence Welch decidió internarse durante algunas semanas en Yucatán, sin saber que entre cenotes, ríos subterráneos y la obra de James Turrell terminaría por encontrar la inspiración de su tercer disco,’How Big, How Blue, How Beautiful’ una obra catártica que no sólo la llevó a su primer número 1 de ventas en Estados Unidos (algo poco común para cualquier artista británico) sino también para encabezar diversos festivales como Coachella, Lollapalooza y Glastonbury, consolidándola como una de las voces más importantes de la última década.