La Copa Melbourne es un tradicional evento deportivo que reúne a miles de personas en torno a las carreras de caballos. Con el paso del tiempo se ha convertido en una celebración ícono de la sociedad y cultura australiana y británica.
Hace unos días, la edición 152 de la Copa Melbourne atrajo a unas 105 mil personas. Entre ellas incluso estaba el duque y la duquesa de Cornualles, y el príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa Camila, que andaban de visita por tierras australianas. Todos los asistentes muy elegantes pues se acostumbra que para la ocasión deben ir de gala.
Una vez que las carreras terminan, sin importar quién ganó, perdió o la suerte que se corrió en las apuestas, hay una convivencia para que los presentes departan y hagan migas. Pura gente popof y refinada. De repente comienzan los brindis, sacan las botellas de champán y corre el alcohol, mucho alcohol.
Y pues ya entrados en los tragos, hasta a la crema y nata de la sociedad deja a un lado el glamur para dar paso al deschongue y desfiguros que trae consigo una buena borrachera. Sólo que la cosa se salió de control. Tanto, que muchos de los invitados terminaron despeinados, con la ropa desalineada, sin zapatos y haciendo el panchazo de sus vidas.
Para que se den una idea de la magnitud de la pachanga, chequen el video de esta mujer ‘de sociedad’ que a causa del maldito vicio se puso loca y empezó a golpear gente sin motivo alguno.
Pero esta mujer no fue la única que se lució. Vean estas fotos:
Tan densa se puso la fiesta, que 78 personas fueron invitadas por la ley a salir del hipódromo debido a su estado inconveniente, otras 23 fueron atendidas por paramédicos debido a la gran cantidad de alcohol ingerido y a otros tantos se les sorprendió queriendo meter más alcohol a las instalaciones. Para la prensa australiana y británica este ha sido un escandalazo, pero el resto del mundo lo miramos divertidos y hasta con cierta envidia.
¡Qué tal! No sé ustedes, pero yo quiero ir a la próxima edición!
