¡Conócelo! Como parte del Día Internacional de las Personas Migrantes, el cual se conmemora este próximo sábado 18 de diciembre, Médicos Sin Fronteras, una organización médica-humanitaria internacional que da asistencia en diferentes rutas migratorias, presentaron un proyecto con el que podemos conocer imágenes y sonidos del interior de un campamento migrante.
¿Cuál es el nuevo proyecto de Médicos Sin Fronteras?
Como les contábamos, la organización Médicos Sin Fronteras presentó un nuevo proyecto por el Día Internacional de las Personas Migrantes, con el cual publicaron una serie de imágenes capturadas por personas que han atendido en un campamento y en un albergue para migrantes, quienes solicitan asilo en Reynosa, Tamaulipas, en la mera frontera de México con Estados Unidos, así como algunos sonidos que se escuchan dentro de este lugar.
Sí, personas que tienen que salir de sus países de origen buscando mejores condiciones de vida, ya que de donde vienen no las encuentran. “Pese a que es un derecho contemplado en las leyes internacionales, las personas migrantes deben arriesgar sus vidas durante el trayecto y son rechazadas en los países de destino, que muchas veces las obligan a confinarse indefinidamente en albergues y campamentos improvisados”, señala Médicos Sin Fronteras.
Sonidos e imágenes de un campamento migrante
En las imágenes que Médicos Sin Fronteras publicó se puede observar el día a día de las personas migrantes; momentos específicos que quieren recordar y que marcaron sus vidas en estos lugares. Se trata de testimonios visuales que también buscan mostrar las necesidades que con urgencia sufren; aunque igual exponen “la alegría, la resistencia y la solidaridad que usan como herramientas para mantenerse en pie”.
Pero eso no es todo, pues este mismo proyecto de la organización incluye un mapa sonoro en el que se pueden escuchar sonidos, momentos de lo que se vive dentro del campamento migrante; “sonidos que contagian sueños, alegría, amistad y esperanza”.
Un ejemplo es el testimonio de Elías, quien compartió una fotografía de sus alimentos: “Esta fue la primera comida que recibí después de tres días de haber sido deportado de Estados Unidos. Todos los días hacía fila, pero cuando llegaba al frente, la comida se había terminado. Sentía vergüenza al estar formado, pero no tenía dinero y mi familia tenía hambre”.
