Durante la pandemia los médicos, enfermeras y todo el personal de salud han estado al pie de cañón en la lucha contra el COVID-19 haciendo sacrificios muy grandes como dejar de ver a la familia o incluso perder la propia vida. Sin embargo, en algunos de estos casos, hay actos negligentes que derivan en una muerte que se pudo evitar, como un médico residente.

Este es el caso de Jorge Alejandro López Rivas, un médico interno de pregrado perteneciente a la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM y que murió por complicaciones del COVID-19 en el Hospital General Ecatepec Dr. Jose María Rodríguez.

Por medio de un comunicado, los médicos internos de pregrado de este hospital en el Estado de México denuncian que a su compañero lo obligaron a trabajar aún teniendo síntomas de coronavirus y lamentablemente falleció por complicaciones el 4 de enero pasado 40 minutos después de haber ingresado al hospital saturando oxígeno a nomás del 65% aún con oxígeno suplementario.

Foto: Así Sucede

¿Qué pasó con el residente?

Los médicos denuncian que durante la rotación en el servicio de urgencias, Jorge entró varias veces a reanimar y a tomar muestras de pacientes sospechosos de COVID-19 sin el equipo mínimo indispensable por indicación de su superior en turno.

Fue el 12 de diciembre del año pasado cuando inició con diarrea, dolor de cabeza, mialgias, etc. pero aún así se presentó a guardia del servicio de urgencias. El médico adscrito al área no le hizo caso y le pidió continuar con su guardia.

El 15 de diciembre acudió al triage respiratorio para que lo valoraran y le dijeron que a pesar de los síntomas que tenía, no se veía tan mal” y que se debía quedar en guardia.

Foto: Cuartoscuro.

El 18 de diciembre sus síntomas empeoraron y a pesar de eso, le dijeron que necesitaba una prueba positiva de PCR para poder darle la incapacidad o lo tomarían como un “incumplimiento a su labor”. Él se hizo la prueba el 15 de diciembre y como no tenía el resultado, tuvo que presentarse a su servicio pero tiene que retirarse por que se agravó aún mas su estado de salud.

El 21 de diciembre este médico residente comienza con saturación del 79% y acude a un médico particular, quien lo trata por COVID-19 recetándole oxígeno suplementario. A pesar de que avisan al hospital le dicen que hay que esperar los resultados de la prueba y que “vea la manera de ir para ser valorado”.

Los resultados nunca llegaron y las ausencias del compañero fueron tomadas como faltas. El 4 de enero de 2021 los familiares de Jorge lo llevaron al hospital saturando al 65% aún con oxigeno. Fallece después de 40 minutos de reanimación y hasta el momento las autoridades del hospital no han contactado a los familiares ni han establecido una postura ante este suceso.

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Yo soy Gabriela Espinosa, pero díganme Gaby, si no siento que me regañan. Trabajo como reportera y redactora en Sopitas.com desde 2018 y desde entonces me enfoqué, en su mayoría, en hard news. En diciembre...

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