Durante el tercer debate presidencial, el candidato José Antonio Meade denunció que la familia política de Javier Jiménez Espriú, e incluso su esposa, son socios de la empresa mexicana Idesa, misma que a su vez es socia de Braskem, una filial de Odebrecht que participa en el complejo Etileno XXI, productor monopólico de polietileno en México y que ha provocado pérdidas millonarias a Pemex.

Sin embargo, no mencionó que Etileno XXI fue un negocio aprobado por él mismo cuando fungió como presidente del Consejo de Administración de Pemex. Así fue publicado por Verificado 2018 el día de ayer.

Y hoy, Meade negó haberlo aprobado. 

El equipo del candidato envió una aclaración a Verificado afirmando que el proyecto se aprobó en septiembre de 2009, cuando Meade todavía no era secretario de Energía. 

“El contrato de Etileno XXI fue firmado en 2010. José Antonio Meade fue presidente del Consejo de Administración de Pemex a partir de enero de 2011, por lo que no tenía la función de avalar un contrato previo y en plena instrumentación”, se aseguró. 

Sin embargo, una copia del acta de la sesión del 29 de abril de 2011 del Consejo de Administración de Pemex, señala que Meade sí respaldó el acuerdo Braskem-Idesa con el argumento de que ya estaba aprobado desde un año antes. 

Explican que en abril de 2011, Meade presidió una sesión del consejo de Administración de Pemex, pero aseguran que en ella no se discutió como tal el otorgamiento o la aprobación del contrato Etileno XXI. 

Y entonces, ¿qué se discutió en dicha reunión?

De acuerdo con el equipo de Meade, la discusión se basó en si las decisiones sobre este tipo de contratos deberían llevarse siempre al Consejo de Administración de Pemex para su análisis. 

En esa sesión del consejo, sus integrantes advirtieron que Pemex sería afectada al impulsar un negocio privado de producción de polietileno, hecho con base en materias primas baratas que vendería obligatoriamente la empresa petrolera —como establece el contrato— a las compañías privadas, como finalmente ocurrió.

De acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación -ASF-, Pemex perdió más de mil 900 millones de pesos por culpa de este contrato, ya que está obligada a vender materias primas baratas a empresas privadas.

Foto: Pemex

La cosa es que en efecto, nuestro amigo Pepe Mid no aprobó el contrato, pero a la hora de revisar el acta de la sesión del Consejo, tampoco se opuso, e incluso consideró que en el caso de Etileno XXI “no existía ninguna obligación de presentar el contrato de suministro al Consejo” para su revisión.

En el acta se narra que dos consejeros criticaron las implicaciones que tendría el contrato para Pemex, sin que el caso hubiera sido discutido al interior del Consejo, máximo órgano de la empresa mexicana.

Uno de ellos, Rogelio Gasca Neri, señaló —según el acta— que la estrategia de Pemex en este caso  había sido “inaceptable”, ya que se optó por “incrementar la producción de petroquímicos en el sector privado, a costa de Petróleos Mexicanos (…) sin ningún beneficio tangible para el consumo nacional”.

Meade, entonces presidente del Consejo de Pemex, respondió que “no existía ninguna obligación de presentar el contrato de suministro al Consejo, por lo que ese instrumento se había desahogado en los términos de la normativa vigente”.

El contador público José Fortunato Álvarez Enríquez, quien también formaba parte del Consejo, dijo a Animal Político que “en principio, sin estar plenamente seguro, debo decir que tiene razón el señor Meade en el sentido de que él no aprobó ese contrato. No se aprobó el contrato cuando estaba él, de presidente del Consejo”.

El contador también contó que no recuerda que en algún momento Meade se haya pronunciado en contra de la aprobación del contrato sobre el proyecto Etileno XXI.

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