El fin de semana encontraron 11 cuerpos calcinados, entre ellos, tres mujeres y tres niños, en San Juan Mixtepec, una de la zonas más conflictivas de la mixteca de Oaxaca.
Los encontraron el fin de semana dentro de una camioneta abandonada en un paraje aledaño a la cabecera municipal tras el incendio que consumió su vida en medio de un misterio que cuenta por ahora sólo con una pista: el asesinato múltiple fue premeditado ya que una de las víctimas tenía el tiro de gracia en el entrecejo.
Hace años que las disputas por el control político y religioso tiñen de sangre la región que ocupa el tercer lugar nacional por el número de asesinatos de activistas sociales (alrededor de 10 anuales, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos) sin una intervención eficaz del Estado.
Estos grupos disputan el control político, desde hace treinta años, a punta de sangre y balas de las comunidades.
En estos territorios, las mujeres son asesinadas, violadas o desaparecidas con total impunidad. En muchas ocasiones las afectadas ni siquiera presentan una denuncia ante el temor de que las vuelvan a agredir.Eso sí, todos dicen ser zapatistas y de izquierda; entre ellos se acusan de pertenecer al PRI o de haberse convertido en paramilitares, traidores y en asesinos.