Y eso que “ellos son el futuro de la nación”.
En esto momentos México cuenta con 40 millones de habitantes que no superan los 17 años de edad. De esta enorme cantidad, más de la mitad –el 53%- se encuentra en situación de pobreza. Pero aún hay más: de este alto porcentaje, 4.7 millones está en pobreza extrema. Esto según consta en el reporte Pobreza y derechos sociales de niños, niñas y adolescentes en México 2010-2012.
El reporte realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el para la Infancia (Unicef) en México y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) relata que de la población de niños y jóvenes que hay en el país, sólo el 16.4% no enfrenta ninguna situación de vulnerabilidad, en contraste con el 22.4% y 7.5% que sufren vulnerabilidad por carencias sociales y por ingreso, respectivamente.
Pese a que la economía mexicana registró un crecimiento anual de 4.3% entre 2010 y 2012, éste no se ha reflejado en el bienestar de la población menor de edad: únicamente 1 de cada 6 niños puede presumir tan “privilegiada” condición.
De no ser atendida esta problemática, el flagelo a estos menores podría ser permanente, advirtió la representante del Unicef en México, Isabel Crowley, ya que la pobreza no sólo se refiere a la situación económica del individuo, sino también a la carencia de educación, servicios de salud, seguridad social, alimentación, vivienda y servicios básicos.
Como lamentablemente se reporta en este tipo de informes, la población indígena es uno de los casos más preocupantes: 8 de cada 10 padece pobreza y 1 de cada 3 está en pobreza extrema.
El trabajo que en conjunto realizó el Coneval y el Unicef arrojó cifras que de no ser atendidas, no auguran buen futuro, si es que de verdad las autoridades piensan que éste se basa en los niños, como siempre dicen. Ni siquiera en cuestiones esenciales existe algún tipo de protección: 1 de cada 5 menores no tiene acceso a la salud y 4 de cada 10 enfrenta “severos problemas” para acceder a una alimentación sana y variada.
Así la situación de la infancia en México. Triste forma de celebrar el Día del Niño.