Mientras pasan los meses más nos vamos dando que la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos fue algo —casi— salido de un sueño de fiebre. Uno de esos eventos tan extraños, surrealistas, que no podrías creer que son verdad. Ahora nos enteramos de una nueva historia digna de reírse… o preocuparse.
Resulta que casi se agarra a golpes con el Servicio Secreto cuando intentó manejar “La Bestia”, el famoso auto del presidente estadounidense.
Además esa ocurrencia no crean que fue en los jardines de la Casa Blanca. No, se supone que Donald Trump intentó tomar control del coche blindado a la fuerza para llevarlo a las puertas del Capitolio, cuando sus simpatizantes —acusando fraude— irrumpieron el pasado 6 de enero de 2021.
No crean que la historia nos la sacamos de la manga, en realidad salió de un testimonio oficial en las audiencias que investigan oficialmente aquella insurrección trumpista.
Quien echó de cabeza a Donald Trump fue Cassidy Hutchinson.
¿Ella quién es? Pues aunque no conozcan el nombre, es una figura importantísima que trabajaba en esas épocas en la Casa Blanca como asistente. Fue testigo de muchas conversaciones y eventos del pasado 6 de enero de 2021.
Hutchinson contó que a Donald Trump se le botó la canica cuando comenzó la insurrección en el Capitolio. “Cuando llegó a La Bestia pensó que irían al Capitolio, pero cuando le dijeron que no era seguro y volverían a la Casa Blanca, el presidente tuvo una fuerte y enojada reacción”, dijo este jueves en su testimonio.
“Dijo: ‘soy el p… presidente, llévame al Capitolio”, relató Hutchinson.
Comentó frente a los investigadores que Donald Trump estiró el brazo al volante y después, mientras todos le decían que no, decidió usar su brazo libre para atacar a golpes al conductor del Servicio Secreto. Finalmente todos lograron calmarlo.
Esta aventura de Donald Trump cuenta la historia de una extraña presidencia de Estados Unidos, pero además llega en un momento crítico. Justo cuando el Congreso de nuestro país vecino está investigando lo sucedido en el Capitolio, con testimonios y entrevistas, esperando saber qué sucedió, si alguien cometió un delito y cómo evitar ataques similares en el futuro próximo.
