Lo que necesitas saber:
Marion Reimers ha llegado ha recibir hasta amenazas de muerte. Desde hace tiempo, se le concedieron medidas de protección... pero el Mecanismo no ha respondido. Ahora un juez le ordena actuar.
Si bien es cierto que a muchos no les gusta su estilo, también lo es el que ha sido víctima de mucho –excesivo– hate en redes que ya raya en acoso y más… violencia digital. Por ello, la periodista deportiva, Marion Reimers, entra al mecanismo de protección.
El Estado también deberá crear políticas y protocolos ante violencia digital
Bueno, de hecho, desde hace tiempo se le pidió al Mecanismo de protección de personas defensoras de derechos humanos y periodistas que ofreciera ayuda a Marion Reimers. Hasta el momento no ha sido así, así que, en una resolución que puede considerarse como histórica, un juez de un Tribunal Colegiado de la CDMX ordenó a dicho mecanismo actuar de inmediato.
Además de conceder medidas de protección, el equipo de litigio estratégico de “Perteneces A.C” (asociación en la que la periodista se apoyó legalmente) logró que, a raíz del caso de Reimers, el Estado se comprometa a crear políticas públicas y protocolos para atender más situaciones de violencia digital.
¿Qué es la violencia digital?
De acuerdo con la asociación en la que se apoyó la periodista deportiva, la violencia digital va más allá de los ataques en redes. “Es un arma que destruye reputaciones, silencia voces y anula oportunidades”.
El caso de Marion Reimers es un ejemplo “brutal” de violencia digital: han sido años de ataques sistemáticos. De acuerdo con “Perteneces A.C”, las constantes agresiones a la periodista tendrían como objetivo, además de dañarla, borrarla profesional y socialmente.
“Cada tuit de odio, cada campaña de acoso, no desaparece. Queda registrado, afectando vidas, cerrando puertas y perpetuando desigualdades”.
El origen y alimento de la violencia digital tiene como origen un problema, sugiere “Perteneces A.C”: que vivimos en un sistema en el que se puede monetizar el odio… y que no existen las regulaciones adecuadas para este tipo de violencia, lo cual acaba por normalizarla.
“Las plataformas priorizan clics sobre derechos humanos”, lamenta “Perteneces A.C”, para quien el caso de Marion Reimers es sólo el principio de una lucha que exige justicia digital, regulaciones estrictas y plataformas responsables.
