El exgobernador de Puebla, Mario Marín, anda dando sus esperados intentos de salir del bote y, aunque ha obtenido resultados positivos, eso no quiere decir que sí se le vaya a cumplir… ya que el delito del que se le acusa es considerado grave.
Como ya se veía venir, tras su detención y auto de formal prisión, el llamado Gober Precioso comenzó con los trámites de impugnación y, resulta que sí se le concedió el papeleo y, no sólo eso: la jueza otorgó suspensión definitiva.
Lo anterior, claro que se ve muy mal… sin embargo, con todo y que Mario Marín fue beneficiado por la jueza Tercero de distrito del Estado de Quintana Roo, no quiere decir que saldrá de prisión. Recordemos que el exmandatario poblano es acusado de tortura… y ya. Este delito es considerado grave y, nomás por eso, no podrá salir del bote.
“La suspensión definitiva no lo restituye en su libertad por tratarse la tortura que le imputa de un delito grave”, aclara la organización Artículo 19, en mensaje difundido por medio de sus redes sociales.
De acuerdo con la organización que busca la defensa de la libertad de expresión, la cual ha dado puntual seguimiento al caso que la periodista Lydia Cacho tiene contra Mario Marín, será en las próximas semanas cuando la jueza decida cuál será la situación legar del exgobernador. Mientras tanto, el trámite del juicio de amparo continuará con el Gober Precioso en prisión.
“Conminamos al Poder Judicial de la Federación para que se conduzca garantizando plena imparcialidad e independencia en la resolución de este amparo”, señala el mensaje de Artículo 19.
Apenas el pasado 9 de febrero, Mario Marín recibió su auto de formal prisión, por el delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho. De volada se perfiló el que sería el destino del exgober, ya que éste fue detenido apenas una semana antes de esto, el 3 de febrero. Las autoridades debían reivindicarse de alguna manera, ya que tardaron más de un año en agarrar al Gober Precioso a partir de la emisión de la orden de aprehensión en su contra…
… y ni qué decir del tiempo en comenzar a hacer justicia: 15 después de que Lydia Cacho fue víctima de una detención arbitraria, ordenada por Mario Marín en Puebla y ejecutada hasta Quintana Roo.
Cabe señalar que aún falta la detención de todos los implicados en este caso, así como ver qué pasa con este recurso concedido a Mario Marín, ya que será en las próximas semanas cuando el juez determine su efecto.
