El día de ayer se reportó una balacera entre civiles armados y elementos de la Marina. Hoy nos enteramos que uno de los marinos disparó contra uno de los detenidos cuan ya estaba sometido… es decir, lo ejecutó.
Según testigos oculares, la acción ocurrió luego de una persecución a balazos en la calle de Circuito Circunvalación Poniente, en Satélite, Estado de México.
Esto sería algo muy escandaloso, porque si ya estaba sometido, parece que el marino se saltó los procesos y a la propia Constitución, tal como los militares en el caso Tlatlaya (recordemos que la masacre de Tlatlaya también se localizó en el Estado de México).
Los testigos dijeron que el grupo de marinos perseguía un auto Mercedes Benz blanco alrededor de las 21:15 horas del miércoles cuando se desató un tiroteo.
Del auto se bajaron tres jóvenes. Uno de ellos estaba herido.
Un testigo dijo:
«Bajó del coche [el herido] y quedó pecho tierra, en eso se acercaron los militares y como a 10 metros de distancia uno de ellos le disparó en dos ocasiones»
Esto es muy preocupante, ya que hace apenas unos días el sectario de Defensa, Salvador Cienfuegos, había pedido a las Fuerzas de Seguridad que respetaran los protocolos y los derechos humanos para recuperar la confianza de la ciudadanía.
En un comunicado, la Marina refirió que una denuncia ciudadana reportó que en un domicilio gente armada subía paquetes a un vehículo, por lo que acudieron al lugar.
En su comunicado, informaron:
«Donde se observó a tres personas, quienes al notar la presencia del personal naval iniciaron una agresión con armas de fuego […] Durante el intercambio de disparos, uno de los presuntos agresores perdió la vida y uno más resultó herido, quien inmediatamente se le proporcionó atención médica»
En el hospital donde estaba el herido, agregaron, se presentaron dos personas que intentaron rescatarlo, dichas personas fueron aseguradas.
Esta agresión se suma a otra en la que marinos en Culiacán mataron a un joven de 17 años, quien iba en una motocicleta y no se detuvo cuando los marinos se lo ordenaron. Al no detenerse los marinos lo persiguieron y comenzaron a dispararle, el joven se estrelló contra una barda y falleció por una herida de bala.
La CNDH ya pidió que se hiciera una investigación.
Por otro lado, apenas ayer publicamos que la ONU había advertido que el caso Tlatlaya no era aislado y que esperaban que el Estado mexicano hiciera algo para prevenir todas las violaciones a los derechos humanos que cometen las fuerzas armadas (lo que en tiempos de Calderón se conocieron como «daños colaterales» como si la vida de las personas no importara).