Nuestra taekwondoín y abanderada mexicana en estos Juegos Olímpicos de Londres 2012, María del Rosario Espinoza, inicia este sábado la defensa del Oro Olímpico conseguido en Beijing hace 4 años en la categoría de los 69kg.
Del Rosario Espinoza creció en La Brecha, un municipio de Guasave de poco más de dos mil habitantes. La medallista azteca comenzó a practicar el taekwondo desde los 5 años. Lo interesante es que cuando tenía alrededor de 10 años empezó a pelear con niños, claro que no en competencias oficiales. Esto la hizo mejor peleadora, pues los golpes que recibía eran más fuertes.
Al cumplir los 12, María ingresó al Centro de Alto Rendimiento de La Loma, en San Luis Potosí, por lo cual se tuvo que alejar de su familia. Su padre, pescador de oficio, al ver a su hija partir le dijo: “La vida del pescador siempre tiene sus altas y sus bajas”. Sabio consejo de su progenitor, el cual siempre está en la mente de la mexicana.
El pasado 5 de junio fue designada como abanderada nacional de la Delegación Mexicana para Londres 2012. Este honor la llenó de alegría, asegurando que fue un orgullo tanto para ella como para el taekwondo en México. Después de sorprender a propios y extraños en China, subiendo al podio como la número uno, la sinaloense llega a la justa veraniega como la gran favorita para retener la presea áurea que ganó en 2008.
Grandes satisfacciones nos ha regalado esta enorme campeona, el esfuerzo que ha hecho por trascender en el deporte es de admirarse.
Este sábado 11 de agosto, María del Rosario Espinoza inicia una nueva aventura olímpica. Resulta imposible no emocionarse al imaginar los duelos que esta deportista mexicana sostendrá sobre el tatami olímpico. Serán minutos emocionantes y épicos, instantes en los que contendremos la respiración, deseosos de que esta mujer una vez más lleve nuestra bandera hasta lo más alto.
Es momento de brindarle todo nuestro apoyo mandándole mensajes de aliento.
¡Vamos María, saca la casta por México y ve por ese Oro con el que tanto sueñas no sólo tú, sino todo un país!