En Occidente es difícil que una persona no conozca el nombre de María Magdalena, ya sea porque un buen número de mujeres se llama así o por la historia que la Iglesia ha contado desde hace mil 500 años. Aunque, poco sabemos de este personaje, como el hecho de que tiene un evangelio.
O un texto apócrifo. Es decir, que no es considerado por la Iglesia como de inspiración divina y que tampoco fue tomado en cuenta para formar parte del Nuevo Testamento.
Y ya a estas alturas de este texto tal vez se estén preguntando: “Un momento, Sopitas.com, ¿de qué estás hablando? ¿Qué nos quieres contar?”.
Por acá vamos a dedicar unas letras a lo que se sabe de María Magdalena por su importancia en la historia —distintas disciplinas como la Literatura, el Cine o la Pintura han reinterpretado su imagen y vida— y porque a finales del siglo XX y en este siglo XXI nuevas investigaciones han abierto la puerta para mirar más allá de la versión oficial de la Iglesia.
El evangelio de María Magdalena
Pues sí, hablamos de un personaje súper conocido en todo el mundo —o bueno, en el Occidental y Oriental, con la Iglesia Ortodoxa—, pero del que poco se sabe realmente.
Muchos sabemos de María Magdalena sin haber buscado información de ella. Digamos que —seamos creyentes o no— su historia llegó a nuestras manos por distintas vías y porque en Occidente la Iglesia se ha encargado de difundirla hasta en la sopa.
Pero, como una paradoja, pocos saben realmente quién fue. ¿La razón? Hay poca documentación histórica sobre la vida de María Magdalena —y, de lo poquito que se sabe, esa información que ha pasado de generaciones en generaciones es a su vez, incierta.
Lo que sí es certero es que existe un evangelio dedicado a ella —de entre muchos otros que no formaron parte del Nuevo Testamento, pero que en sus líneas hablan de María Magdalena.
El texto apócrifo
Se trata de un texto apócrifo que, de acuerdo con especialistas citados por la BBC, fue escrito en el siglo II.
(Aquí abrimos un breve paréntesis sólo para mencionar que un evangelio narra la vida y enseñanzas de Jesús y que es parte del Nuevo Testamento, que es un compendio de textos que ayudaron a configurar el cristianismo en los primeros siglos después de Cristo).
De este evangelio, existen un par de réplicas del original, aunque sólo hay 3 fragmentos, 2 ediciones escritas en griego en el siglo III y una más del siglo V, escrito en copto —un idioma afroasiático conocido por pertenecer a la última etapa del idioma egipcio antiguo.
Este último fue hallado por el alemán Carl Reinhardt, que andaba viendo chucherías en el bazar de El Cairo en 1896, mientras que las ediciones en griego fueron encontradas en excavaciones realizadas en Egipto.
¿Qué tiene de especial?
Agárrense que nos vamos a poner en modo Código Da Vinci… no, es una broma.
No se sabe quién es el autor o autora de este evangelio, que consta de menos de 8 páginas en papiro.
Sin embargo, si bien lo que se ha recuperado no es mucho —se piensa que la mitad del evangelio de María Magdalena está perdido—, lo hallado arroja datos relevantes de la participación de María en las enseñanzas de Jesús.
De acuerdo con la historiadora, académica de la Universidad de Harvard y autora de ‘El Evangelio de María de Magdala: Jesús y el Apóstol de la Primera Mujer’, Karen King, este texto contiene una “interpretación radical” de las enseñanzas de Jesús y legítima el liderazgo de las mujeres en el esfuerzo para alcanzar el “conocimiento espiritual interior”.
King pone sobre la mesa el hecho de que este evangelio rechaza el calvario como una manera de acceder a la vida eterna y concentra su narración en la manera de alcanzar el conocimiento espiritual, comprender la naturaleza del ser humano y el valor de trascender lo superficial.
Otra cosa que la investigadora resalta del evangelio de María Magdalena es la participación de las mujeres en los viajes de Jesús y los apóstoles.
Así como la bronca que surgió después de su crucifixión, ya que para King y otros especialistas, Jesús eligió a María como intérprete de sus palabras, en vez de elegir a otro apóstol, y eso provocó los primeros desacuerdos entre los grupos que forjaron el cristianismo.
Para Karen King este evangelio es importante porque es el único texto del cristiano primitivo que fue escrito bajo el nombre de una mujer y porque se refiere a María Magdalena como una sabia consejera y líder entre los apóstoles.
¿Quién fue?
Va de nuevo, lejos de las leyendas que han surgido sobre el destino de María Magdalena y del camino que tomó tras la crucifixión de Jesús —la tradición Ortodoxa cuenta que ella viajó a Éfeso, junto con la Virgen María y el apóstol Juan. Y que, de hecho, murió en esta ciudad turca.
Mientras que en la Iglesia católica surgió la leyenda de que María Magdalena viajó junto con un grupo de apóstoles a Saintes-Maries-de-la-Mer, y a Marsella, en el Sur de Francia, donde se dedicó a la evangelización— no hay información documentada de este periodo de su vida.
Lo que sí queda en el registro es que María Magdalena pudo ser originaria de Magdala, una ciudad judía ubicada cerca del Lago de Genesaret, en la región de Galilea —lo que hoy es Israel.
María fue discípula de Jesús y lejos también de la versión “oficial”, ningún evangelio del Nuevo Testamento la describe como prostituta —aunque menciona que 7 demonios fueron expulsados de María Magdalena por Jesús.
Entonces, ¿de dónde salió esta versión? El encargado de correr esta fake news fue el papa Gregorio I, quien en el año 591 aseguró que María Magdalena era una mujer “anónima” redimida.
Tampoco ningún evangelio del Nuevo Testamento menciona que María Magdalena fuera la esposa de Jesús o una de sus apóstoles.
Una nueva mirada
Con estas nuevas investigaciones, es inevitable que surja una nueva mirada hacia el perfil de María Magdalena. ¿Quién era? Y, ¿qué hizo? Más allá del sentido religioso, la información que arrojan estos fragmentos del evangelio es importante porque:
Ponen en primer plano a una mujer en la historia del cristianismo —y la historia después de Cristo— y reivindica su historia personal, además de quitar estereotipos que fueron utilizados por siglos y siglos para juzgar a otras mujeres.
Si quieren saber un poco más a detalle de María, les recomendamos que le echen un ojo a la película María Magdalena, que si bien es ficción, está documentada con investigación antropológica y hechos históricos.