Marcel Ebrard (alcalde de la ciudad de México del 2006 al 2012) pidió al presidente Enrique Peña Nieto debatir, cara a cara y pronto, la reforma a la Constitución que anunció el priista en Londres  en la que decía que se permitiría la inversión privada en Pemex.

El País entrevistó a Ebrard y éste les afirmó que el PRD debe reunirse de emergencia para despejar las dudas que Peña sembró durante su asistencia a la cumbre G-8 la cual se celebró en Inglaterra.

Ante las declaraciones del presidente, Ebrard dijo que el partido del sol azteca sufría «una crisis de confianza» (recuerden que había un voto de confianza por el Pacto por México).

Peña declaró al Financial Times que los principales partidos firmaron el Pacto por México y están de acuerdo con el cambio en la Constitución.  En el diario expresó:

«Hay diferentes opciones sobre lo que la reforma debería ser, pero tengo confianza en que será “transnacional”»

Además, el diario afirma que Peña Nieto agregó que la reforma incluiría «los cambios constitucionales necesarios para dar certidumbre a los inversores privados»

A lo que Ebrard dijo:

«Grave error estratégico para México la privatización de Pemex que Peña ofrece a USA y Reino Unido, el PRD debe oponerse enérgicamente»

Cuando el País cuestionó a Ebrard sobre su postura «nacionalista e histórica» y el contraste que tiene con todos los cambios vanguardistas que hizo en la ciudad, Ebrard respondió:

«El error es plantear que se cambie el artículo 27 porque México no tiene recursos o conocimientos para desarrollar a la exploración en aguas profundas. Yo no estaría de acuerdo… entonces la pregunta sería ¿para qué expropiamos?»

Después se le planteó que la expropiación es de 1938, a lo que el exjefe de gobierno replicó que no era de importancia alguna el año que haya sucedido eso.

«¿Pemex necesita cambios? Sí. ¿Pemex es una empresa que tiene una contribución fiscal enorme? Sí. Durante muchos años se ha propuesto la inversión en Pemex porque no se ha querido hacer una reforma fiscal, pero cambiar el régimen de propiedad de nuestra nación sobre el petróleo no me parece que sea la solución. Puede haber otras razones, pero las que se están aduciendo son muy malas, poco creíbles. ¿Con qué vamos a pagar el capital de riesgo?, esa es la pregunta. ¿Con las reservas petroleras? Bueno, es un planteamiento. Yo no estoy de acuerdo»

Sobre el punto de que Pemex no tiene las tecnologías para explotar las reservas Ebrard respondió:

«Se pueden hacer inversiones en tecnología, se puede comprar la tecnología. No creo que sea indispensable que cambies el artículo 27 para lograr ese objetivo»

(Y si no, que expliquen por qué van a comprar el astillero gallego ¿no decían que era una inversión para que Pemex hiciera sus propias embarcaciones? ¿No decían que era una inversión para obtener conocimientos? ¿Por qué no invertir en importar tecnología o en desarrollarla en nuestro propio país con nuestros técnicos y científicos? Si es una empresa ¿no debería invertir para desarrollarse (no es que el dinero sólo pueda venir de afuera)? ¿Por qué esperar a que dé frutos sólo porque sí, sin invertir en ella y  ver que si no los da sola entonces buscar quién nos haga el «favor» para que funcione?)

Después se le cuestionó sobre si no era más que un recurso de la izquierda mexicana para conseguir votos, pero Ebrard dijo que ése había sido el argumento que usaron contra ellos cuando fue privatizada la banca y que, además, habían dicho que con esa privatización México iba a ser un «centro financiero internacional» ya que no se tenían los grupos nacionales para hacer bien la tarea bancaria (Es decir, somos –son– unos inútiles y por eso hay que buscar a alguien para que nos –les–  echen la mano).

Ante esto se le cuestionó que cuál era su propuesta para que Pemex sea lo que tiene que ser:

«Pemex tiene que tener autonomía y hay que reducir su contribución fiscal para poder aumentar su tasa de inversión. Es una empresa que se está manejando con una subordinación extrema a Hacienda. Se puede manejar mucho mejor, es una empresa muy rentable. El problema es que no se ha querido hacer una reforma fiscal que toque el ingreso sobre la renta en México durante 30 años. Pemex ha sido una coartada para posponer la reforma fiscal. A mí no me parece que el camino sea: “como no quiero hacer una reforma fiscal y necesito recursos, entonces voy a cambiar el artículo 27 de la Constitución”, porque eso es lo que están planteando»

Entonces se le recordó que el gobierno del PRI sí quiere una reforma fiscal, ante lo cual Ebrard dijo:

«No la conocemos… No hay nadie que diga que Pemex se quede como está. La ambigüedad calculada es la del Gobierno [y no de la izquierda mexicana]. El presidente va a Londres y afirma: “voy a abrir la Constitución, éste es un cambio histórico, y lo tengo pactado”; y hoy cambia y [nos] dice: “no, la verdad es que vamos a modernizar y liberalizar”. Hay una diferencia entre lo que está ofreciendo afuera y lo que está dispuesto a defender adentro. El debate lo abre él, no es un debate que abra la izquierda para ganar el 7 de julio [habla de las elecciones estatales]»

Después se apuntó que el presidente del PRD, Jesús Zambrano, había hablado de que estaba de acuerdo en, al menos, discutir la modificación del artículo 27 a lo que Ebrard dijo que no coincidía con él ya que el artículo 27 es un punto de identificación entre las diferentes izquierdas mexicanas por razones de convicción. Además, reafirmó que no conocía la propuesta de Peña pero que era una mala señal que hiciera el anuncio primeramente en Londres, ante los medios internacionales.

Luego se le dijo que Pemex ya estaba privatizado, por lo menos por su sindicato, ante lo cual Ebrard recordó que Dechamps (el líder sindical) era priista y que ha tenido una mala gestión (cosa que él no defiende en absoluto) y que para nada quiere que se quede Pemex como está, pero sí quiere subrayar el peligro que hay en lo que Peña anunció, ya que, para empezar, aún no ha habido un debate público al respecto. Expresó que si no se pudieran hacer los cambios debidos para sacar adelante Pemex (por ejemplo, eliminando la opacidad en el Sindicato) habríamos fallado como país.

Después se le pregunta si le exigirá a Peña Nieto un debate político a lo que Ebrard expresó:

«Sí, un debate público, informado, vis à vis y a brevedad, porque él dice electoralmente que no le conviene discutir esto antes de 7 de julio, pero al país sí le conviene. Sintetizo: el señor tiene una iniciativa de reforma ya resuelta, ya eligió la ruta que va a seguir su Gobierno, se la plantea al G8 que son los países más poderosos y mejor informados del mundo, por lo que no puede ser algo superficial, tiene que estar avanzado. Y dice, no quiero discutirlo ahora, lo discutimos dentro de dos meses. No, lo discutimos ahora. El señor va a tener que explicar y debatir en México lo que fue proponer allá. Creo que es una demanda razonable. Si el señor trae una línea estratégica que nos diga por qué y hasta dónde va a llegar y cuánto vamos a pagar de la renta per cápita y por qué no se puede hacer de la manera que nosotros decimos. Puedes cambiar el artículo 27, invitar inversión de empresas norteamericanas o europeas, y que se quede todo como está porque no tocas a Romero Deschamps. No estoy en una posición conservadora»

Al final se le cuestionó acerca de la manera en que se opondría y él hizo referencia al debate y la discusión legislativa.

Y luego sacó el reto por Twitter (ya sabemos cómo es buenón para eso de la tuiteda nuestro exjefe de gobierno):

 

Posteriormente, Marcelo Ebrard envió esta carta dirigida al Presidente Enrique Peña Nieto:

***Vía El País

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

Comentarios