Pues típico que en plena época electoral escuchamos a todos los candidatos y todos los partidos políticos, presumir y prometer que “ellos si harán que se cumpla le ley”.
Y así, mientras Manuel Espino, ex-presidente nacional del PAN y hoy uno de los principales aliados de Enrique Peña Nieto y el PRI se la pasa prometiendo justicia e igualdad para todos en sus constantes apariciones públicas, nos encontramos que en realidad, al igual que la gran mayoría de nuestros políticos cuando violan la ley, prefieren hacer como que no pasó nada, y dar cátedra de impunidad (y corrupción) por doquier.
Resulta que Don Manuel Espino, decidió irse a echar unos quiebres la madrugada de este viernes, sin darse cuenta del momento en el que “se le pasaron las cucharadas”, hasta que por azares del destino, se encontró con un alcoholímetro en la Colonia del Valle. Ahí, los policias le hicieron la prueba de alcoholemía, donde detectaron que este querubín, conducía en aparente estado de ebriedad, por lo que decidieron remitirlo al Torito, tal y como ocurre habitualmente con muchos ciudadanos, que irresponsablemente han decidido acompañar sus cubas con el volante.
Al llegar al Torito, Manuel Espino fue sometido a una prueba más extensa, donde un médico legista determinó que debería pasar 20 horas de arresto, por lo que el político, a sabiendas que había violado la ley, determinó hablarle a su esposa para que le tramitara un amparo y pudiera salir en libertad.
¿Incongruencia?
Ese es mi país, y esa es mi gente…
*Via Ciudad y Poder