Posiblemente conozcas ya a Manuel “el Güero” Velasco Coello. Es aún más probable que ya estés harto de ver su cara por todos lados y que ya estés anticipando lo que traman los loquillos del PRI y el PVEM con su nuevo político telenovelero. Sin embargo, en el remoto y afortunado caso de que aún no sepas quién este dude, acá te lo contamos.
El estado de Chiapas es actualmente la entidad más pobre del país. Según el diario web, Chiapas Paralelo:
Si a Chiapas le quitáramos las dos muletas que la hacen caminar: el gasto público a través de las transferencias y participaciones federales y el gasto privado a través de las remesas, nos quedaría la dimensión real de una economía devastada, con niveles de pobreza equivalentes o superiores a algunos países del África subsahariana.
Cuando el Güero tomó el poder, la deuda pública del estado -una de las más grandes del país- ascendía a unos 16 mil 412.9 millones de pesos. Hoy, a un año de administración, esta cifra ha subido a 18 mil 184.7 millones. Y cómo no: los recursos en el estado corren como aguas en río caudaloso, pero no precisamente en beneficio de los contribuyentes.
Aunque al inicio de su gobierno, 69 de 122 alcaldías chiapanecas se encontraban quebradas como consecuencia de administraciones estatales pasadas (entre las que destaca la de Juan Sabines Guerrero, el nada popular exgobernador inmediato), los mil 400 millones de pesos pedidos como préstamo público para el rescate de las finanzas municipales tuvieron un turbio destino. El manejo de recursos del estado es también uno de los más dudosos en un país acosado por una fuerte corrupción que le hace digno de obtener un ínfimo 34 de 100 puntos de calificación en transparencia según índices de la OCDE.
La actividad económica en el estado ha descendido dramáticamente durante la administración de Manuel Velasco. Según datos del propio INEGI, el estado no sólo reporta un estancamiento, sino un hundimiento tan precipitado, que básicamente subsiste gracias al presupuesto que la nación le asigna, sin hacer productivos aquellos recursos. Todo ello, resultado de la político económica del gobernador.
Esta gráfica, que presenta el crecimiento o decrecimientos en puntos del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE), considerado un proxy del indicador del Producto Interno Bruto (PIB), refleja el alarmante estado de la economía chiapaneca.
Los medios de comunicación, sin embargo, no han reportado la situación económica de Chiapas con tanta oportunidad como lo han hecho con la relación que el gobernador mantiene con Anahí. Durante la campaña corría el rumor de una relación, misma que se concretó y que ha llegado a cuajar en la promesa de una futura boda. Son, en definitiva, un ejemplo de la pareja de estado que hoy en día todo mundo necesita. ¿No estás teniendo un Déjà vu?
Al revisar las pérdidas en la economía chiapaneca, es imposible dejar de cuestionar el costo de una cobertura mediática tan impresionante, misma que utiliza anuncios de su Primer Informe de Gobierno en distintas entidades de todos el país, incluyendo el Distrito Federal (actividad prevista como propagandística e ilegal por el Cofipe, que restringe tal información a la región geográfica correspondiente). Por cierto, si ustedes también están cansados de ver su cara en cada parabus de la Ciudad (cualquiera del país), pueden unirse a la iniciativa #QuitaUnAnuncio, siguiendo los pasos explicados aquí.
El gobernador ha invertido cantidades desconocidas, pero notoriamente exorbitantes en su propia imagen. Revistas como Quien y Hola, así como editoriales pertenecientes a Televisa han puesto algo más que su granito de arena. Esto sin mencionar artículos sospechosamente tendenciosos en medios internacionales. En estados priistas, su preponderancia es innegable. Ya en la zona conurbada de la Ciudad de México existen quejas de vecinos que no se explican porque es tan importante que la imagen de un gobernador de un estado ajeno esté presente en su calle.
Todo esto sugiere una estrategia ya conocida para adelantar una candidatura para el gobierno federal de 2018.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional denunció un gasto de al menos 10 millones de dólares en imagen personal por parte del gobernador en tan sólo un año, todo ello frente a un denominado “programa de austeridad”, descrito como “una profunda reforma administrativa que nos permitirá hacer un gobierno más eficiente, que haga más con menos” propuesta por Velasco para el gasto local. Aquella cifra parece quedarle aun muy corta.
Otra estrategia muy reconocible en este tipo de modelos mediáticos es la vinculación del político con una idiosincrasia indígena, tal como lo hizo Peña Nieto en su campaña presidencial, y como tristemente lo retrata la siguiente imagen, protagonizada por Velasco.
En el mencionado Informe de Gobierno, Velasco afirmó que durante su gestión se han creado 200 mil empleos. Para que esto resultase verdad, Chiapas tendría que haber registrado un desmesurado e imposible crecimiento de al menos 20%, contra el decrecimiento arriba ilustrado. Así mismo, el gobernador proyecta la construcción de 11 puentes en Tuxtla Gutiérrez. La ampliación y planificación urbana no es para nada un delito. Lo que sí constituye algo indebido y más que sospechoso es que estos puentes NO fueron solicitados por nadie. Antes bien, existe un movimiento ciudadano denominado Fuente sin Puente de Tuxtla que ha denunciado la falta de bases para inversión en ese tipo de construcciones.
Si, como se dice en esta portada, Anahí es el mayor apoyo del gobernador, probablemente debería considerar preferir la ayuda de sus secretarios de Estado.
En México ya hemos conocido los efectos políticos que la mediatización espectacular de figuras políticas puede conllevar. ¿Vamos a permitir uno más? Con administraciones como la de Velasco en Chiapas, el país tendrá todo, menos el “más romántico gobierno de película”.
Vía: Chiapas Pralelo, Proceso, la Jornada, Sin Embargo
