Han pasado treinta años de aquel fantasma que a la fecha, sigue cimbrando los ejercicios electorales de nuestro país. El 6 de Julio de 1988, millones de mexicanos salieron a las urnas para elegir un nuevo presidente, y tal vez en aquel entonces no existían las encuestas tal y como las conocemos, pero si algo se percibía en el ambiente es que Cuauhtémoc Cárdenas era el candidato del pueblo, pero como todos sabemos, al final, fue Carlos Salinas de Gortari quién “misteriosamente” se alzó como ganador de aquella elección.
Por supuesto que las sospechas de fraude existieron desde el primer minuto, sin embargo no ha sido sino hasta 30 años después, que Manuel Bartlett, reconoce abiertamente en entrevista con REFORMA la manera en la que se operó dicho fraude, en la que señala al Partido Acción Nacional de haber llegado a un acuerdo con Carlos Salinas para reconocer su victoria.
“La comisión electoral, nunca tuvo los paquetes, el PAN se pone de acuerdo con Salinas y les entrega a final de cuentas, el país…” – Manuel Bartlett en entrevista con Reforma.
Como recordaremos, Bartlett fungió como Secretario de Gobernación durante esos comicios, lo que le permitió ser el principal operador del fraude electoral, algo que podemos confirmar, al escuchar la forma en la que explica que en aquel entonces “no se cayó el sistema, porque no había sistema” sino que la manipulación de cifras se concretó con el resguardo de actas y la posterior quema de las mismas en el incendio que misteriosamente destruyó la Cámara de Diputados.
Las palabras de Bartlett deben tomarse con el peso que se merece, no solo porque se trata de un exfuncionario (y actual senador) que reconoce haber participado en un fraude electoral, sino también por la forma en la que MORENA le ha cobijado en los últimos años.
Y es que ¿cómo decir una y otra vez que eres víctima de fraudes electorales, cuando en tus filas tienes al principal artífice de uno de los más grandes atentados que se hayan perpetrado contra la democracia de nuestro país?