“¡Vivas se las llevaron, vivas las queremos!”, “mujer, escucha esta es tu lucha” o “¡Ni una más!”, fueron las consignas que resonaron durante la marcha del 8M, en el corazón de la Ciudad de México. En punto de las 14:00 horas, miles de mujeres marcharon del Monumento a la Revolución rumbo al Zócalo capitalino para protestar en contra de la violencia de género y exigir que las autoridades tomen como prioridad la erradicación de los feminicidios.
La tarde del domingo 8 de marzo —en contexto del Día Internacional de la Mujer—, en una ciudad tapizada de jacarandas y bajo un solo que no daba tregua; mamás, hijas, estudiantes, periodistas, activistas y familiares de víctimas de violencia de género unieron sus voces para que fuera una sola.
¡Ni una más!
Mientras los familiares de las víctimas de violencia de género marchaban en la vanguardia de los contingentes y la solemnidad de su andar invitaba a las personas a la reflexión; los grupos feministas y las familias coreaban las consignas y seguían los cánticos con una energía que abrazó todo el trayecto de la marcha.
De acuerdo con el gobierno de la Ciudad de México, fueron cerca de 80 mil personas las que asistieron al 8M. Sin embargo, las imágenes dejan un registro mayor, en una protesta que tuvo como objetivo hacer que las voces de las mujeres se escucharan.
Como fue la voz de María Patricio Becerril, mamá de Zyanya Estefanía Figueroa Becerril, médico pediatra cuyo caso fue presentado como un suicidio. Pero los familiares de Zyanya han denunciado que se trató de un asesinato. Frente a Palacio Nacional, María encontró el respaldo de sus hermanas mexicanas para iniciar una nueva jornada de lucha.
Porque no todo fueron pintas y enfrentamientos entre encapuchadas; las historias como la de Zyanya Estefanía Figueroa Becerril —caso registrado en mayo de 2018 y que aún no tiene solución— merecen ser contados. Esta es la crónica presentada en SopitasXAireLibre sobre la tarde histórica del 8M del 2020.