Y en la gustada sección “¿A qué no ya estaban dando uno?”, aunque la vacunación contra el COVID-19 lleva ya varios días y esta semana se presumió que, ahora sí, va la campaña masiva, al parecer las autoridades de Salud no llevan un registro de a quienes se les ha aplicado… y mucho menos un certificado para demostrarlo.
Por ello, el senador Miguel Ángel Mancera propone la creación de lo que en otros países se conoce como “pasaporte de vacunación”, ante la previsión de que en los próximos meses –quizás cuando toda esta bronca pandémica haya sido superada– lo que se solicitará a la hora de viajar al extranjero es comprobar que uno ya se puso la vacuna contra el COVID-19.
“Este carnet o pasaporte de vacunación, como se le conoce en otros países, es la garantía que pueden tener las personas de que han sido inmunizadas y poder cumplir con normas de sanidad nacionales e internacionales”, aseguró Mancera, en su calidad de líder parlamentario del PRD.
En su iniciativa, Mancera plantea meterle dos párrafos a los artículos 351 y 352 de la Ley General de Salud, con lo cual se obligaría a la Secretaría de Salud no sólo llevar un registro de las personas a las que se les ha aplicado la vacuna contra el COVID-19, sino proporcionarle al interesado un certificado que le ayude a comprobar que, efectivamente, ya está inmunizado.
Propone Mancera que certificado se llame “tarjeta amarilla”
Muy convenientemente, Mancera propone que el certificado que se entregue a los vacunados sea conocido como “tarjeta amarilla”… pero no porque ese sea el color del PRD, sino porque así es como ha sido denominado por organismos internacionales. El Sol Azteca qué culpa tiene…
“En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que se trabaja en un certificado de vacunación electrónico, identificado como ‘tarjeta amarilla inteligente’, una versión digital de vacunas que se utilizan en muchos países”, agregó Mancera.
De acuerdo con lo planteado en la sesión de la Comisión Permanente, la cual se realizó de manera virtual, la tarjeta amarilla (el certificado, pues) podría ser virtual o físico, pero a final de cuentas sería un documento homologado de vacunación nacional.