En Veracruz, con madres de personas desaparecidas, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no aplicó la misma que hace unas semanas en Sinaloa, cuando interrumpió su recorrido para saludar de mano a la jefecita de Joaquín, El Chapo, Guzmán. Seguro fue para guardar la sana distancia. Seeeeeeeeeee…
Como jugador del América luego de entrenamiento, López Obrador echó la carrocería a quienes lo esperaban a las afueras de las instalaciones del batallón de infantería de la Sexta Región Militar, en Emiliano Zapata, Veracruz. Nomás que la gente no quería la foto o la firma del presidente, sino que éste escuchara las exigencias para encontrar a sus familiares desaparecidos.
“¡Que se baje!, ¡que se baje!” era la petición del pequeño grupo de personas que, con carteles en mano, pedían a AMLO un poco de atención a sus casos. “¡Solo atiendes a la mamá del Chapo!”, grito una de las mujeres, al ver que el presidente no tenía la mínima intención de atenderlas. “¡Yo no soy mama del Chapo, pero escúcheme!”.
Como se puede ver en el video difundido por Proceso, la camioneta en que se trasladaba el presidente demoró alrededor de dos minutos en poder salir de las instalaciones militares. Según el semanario, entre quienes pedían la atención de AMLO había familiares de desaparecidos, así como personas en contra del recorte presupuestal a la CEAV y trabajadores del sector Salud que exigían insumos para enfrentar la pandemia del COVID-19.
Al grito de “sólo atiendes a la mamá del Chapo” familiares de personas desaparecidas rodearon la camioneta en la que viajaba el presidente López Obrador al salir de las instalaciones del batallón de infantería de la Sexta Región Militar en Emiliano Zapata.https://t.co/IiGpDBHcBr pic.twitter.com/vfCsita5Tv
— Proceso (@proceso) June 15, 2020
Con la mamá del Chapo no hubo sana distancia
A finales de marzo, un día antes de que se decretara la emergencia sanitaria por el coronavirus, López Obrador realizaba un recorrido por Badiraguato, Sinaloa, tierra de Joaquín El Chapo Guzmán… como era previsible, en el camino se topó con la madre del susodicho.
Ahí sí, nada importó la sana distancia (política) y AMLO se acercó a la camioneta en la que se encontraba la mujer. No sólo para saludarla, sino para confirmarle la recepción de una carta en la que se le solicitó ayuda para visitar al querubín que cumple condena en Estados Unidos.
En respuesta a las críticas, AMLO dijo que la jefecita del Chapo es una persona mayor que merece su respeto “independientemente de quien sea su hijo”. Según el presidente, si día a día da la mano a delincuentes de cuello blanco, “¿por qué no saludar a una señora?”.
