Como lo habían advertido, las movilizaciones en Guerrero han seguido (a diferencia de mi novia). Simpatizantes e integrantes del MPG (Movimiento Popular de Guerrero) marcharon sobre la autopista del Sol y, posteriormente, tomaron el Congreso local.
Todo esto para exigir que se sesione y se apruebe el decreto de reforma a la Ley Estatal de Educación Número 158 . Se calcula que en la movilización llegaron al rededor de 120 mil personas. La protesta ocupó ambos carriles de la autopista del Sol en espera de que comenzara la sesión legislativa , pero esto no sucedió, a la sesión sólo llegaron los diputados del PRD, del PT y de Movimiento Ciudadano. Los diputados del PRI estaban en el Instituto de Estudios Parlamentarios «Eduardo Neri». Además estaban haciendo una alianza con el Verde Ecologista, el PANAL y con el PAN para que no participaran en la sesión si no se tomaba también en consideración su propuesta (diría mi abuelita, ¡y luego por qué la gente anda con sus habladurías?).
Los Maestros, al ver que no iniciaba la sesión legislativa, marcharon hacia el Congreso estatal. A las 15:00 llegaron unos mil integrantes del MPG, desmontaron dos puertas de acceso a la sala de sesiones, rompieron algunos vidrios de la biblioteca e impidieron la salida o el ingreso de los diputados.
Después de la toma, el gobernador Ángel Aguirre Rivero solicitó entrevista con la dirigencia del MPG en una mesa de diálogo en Casa Guerrero. El gobernador llegó y presentó una propuesta acompañado por el senador perredeista Sofío Ramírez (Así es, «Sofío», que junto con el comandante «Espartaco» —el comandante de la Policía Federal que se hizo popular después de dirigir el desalojo de maestros de la Autopista del Sol el 5 de abril— han dado el toque original a todo el asunto de las movilizaciones de los Maestros). Lo curioso es que la propuesta que llevaron el gobernante y el senador perredista era la propuesta de los senadores del PRI. Al respecto, los profesores respondieron que era un retroceso y que no estaban de acuerdo con ella.
La comisión negociadora regresó a donde estaba la manifestación y les informó de lo ocurrido, luego regresaron para reunirse con una comisión de 15 diputados para analizar las modificaciones al decreto de la ley.
Hoy en la mañana los maestros han dejado las instalaciones después de haber llegado a un acuerdo con los diputados del PRD, Movimiento Ciudadano y Partido del Trabajo para que busquen discutir la iniciativa de Reforma de los profesores con los diputados de los demás partidos, de manera que no contravenga a la Reforma Constitucional. Además, ofrecen los profesores no interferir más con la labor de los diputados, para que continúen con la sesión (la misma que no se había hecho por la falta de los otros partidos en el Congreso estatal).
El total de horas que los maestros tomaron la Autopista fue de 19 horas y al Congreso estatal lo tomaron por 15 horas.
Durante toda la noche no hubo presencia de fuerzas federales o estatales.
Los maestros auncian que la continuidad en las movilizaciones dependerán de lo que acontezca en las sesiones legislativas.
Manifestaciones y derechos de terceros
Uno de los grandes comentarios ha sido que las manifestaciones afectan el derecho de los terceros… ¿alguien alguna vez se ha preguntado cuál es el objetivo de una manifestación?
En el debate al gobierno del Distrito Federal la candidata del PAN, la señora Wallace, había comentado que buscaría un nuevo lugar para las manifestaciones (como el Estadio Azteca, por ejemplo). ¿Esto es una buena idea? Las manifestaciones pretender «manifestar», es decir, poner sobre la mesa un tema en específico. ¿Se podría hacer esto si se viera tal manifestación ubicada en un lugar donde no moleste a nadie?. Más parecería una especie de «desahogadero» en el cual uno iría a gritar una injusticia que sufre, para luego volver a su trabajo a seguir sufriendo las mismas carencias en derechos civiles, de educación, información o trabajo.
Es por eso que la manifestación es un tema delicado, ya que se pretende visibilizar un evento determinado. Surgir como una precencia que el otro no puede evitar. También tienen un cierto carácter informador, la gente sequiere enterar el por qué sigue sin avanzar el tránsito en Reforma, Insurgentes o la autopista del Sol.
¡Cómo evitar las manifestaciones? Probablemente si cierta parte de la sociedad no se sintiera oprimida o ignorada no tendría la necesidad de salir a la calle, una legislación inclusiva que vele no sólo por las mayorías sino también por los grupos minorizados (mujeres, indígenas, pobres, trabajadores, jóvenes, adultos mayores, o, en este caso, la soberanía educativa de un cierto Estado) podría aminorar este tipo de eventos que impiden la continuidad de las personas que no se ven afectadas por la manera en la que se conducen las políticas del Estado (yo tengo una vida normal, voy a mi trabajo —porque yo sí tengo uno— y no puedo llegar porque alguna localidad indígena se está muriendo de hambre ¡No pueden pensar en mis derechos?).
El problema es que lo vemos como un ataque a nuestros derechos de manera individual, sin pensar en que vivimos en una comunidad, en una Nación compuesta de mucha gente con circunstancias distintas. También es problemático que nos enojemos con ellos y no con el Estado, ya que no tiene un manejo del gobierno tal que pueda evitar este tipo de casos (con una adecuada comunicación con la sociedad, el Estado sabría sus necesidades antes de que éstas sean insoportables).
Claro que la violencia es un factor importante para tomar en cuenta (¿qué pasa si la manifestación se pone violenta? ¿sigue siendo un uso legítimo de los derechos de uno?)
Éstas son sólo algunas «otras» ideas para pensar el problema de las Manifestaciones.