A la hora del recreo en una guardería en China, las maestras notaban que los tés de sus alumnos tenían olores y sabores raros, los cuales posiblemente no eran algo parecido a la manzanilla o cosa por el estilo.
Fue así que cuatro maestras decidieron poner algunas cámaras de video dentro de los termos de sus pupilos y en el salón, para así encontrarse con que alguien orinaba dentro a pesar de que sabía que los niños tomaban sus bebidas de ahí mismo. De igual manera captaron que la mayoría tenían olor a cigarrillo.
Días después, como una medida preventiva, las autoridades de Lianyungang fueron al lugar y capturaron a uno de sus colegas hombres del lugar, lo llevaron para hacerle estudios e interrogarlo pero de inmediato lo liberaron porque como no tenía enfermedades no podían culparlo de nada.
A pesar de contar con esas imágenes y videos, Gao Chao, un hombre de 54 años, sigue libre y posiblemente haciendo de las suyas en aquella escuela.
De hecho se sabe que esto tomó tintes personales posteriormente, a tal grado que el “rellena termos” dijo que como le habían amargado la vida en la escuela entre los profesores y el director, tenía que desquitarse de alguna manera y que mejor que haciendo eso.
Cualquier escuela normal hubiera actuado de inmediato y despedido al profesor, sin embargo, cuando Qiu Li Shih, director del colegio se enteró del asunto, llamó al profesor a su oficina, le dio una gran reprimenda y para que ya nadie se quejara, el chinito tuvo que darles algo así como 3500 pesos a cada uno de sus acusadores y prometer que no lo volvería a hacer.
Y sí, todo quedó en calma desde aquel día. Esto y más puede pasar en ese lugar llamado China, ¿dónde más?