Para que vean que estamos en épocas navideñas y para que se amanezcan de buenas. Hoy despertamos con una importante noticia… para los que sean muy devotos. Y si no, pues simplemente es una nota.
Resulta que para el próximo año tendremos una santa más a quien rezarle para que el Cruz Azul sea campeón. Luego de checar con total detenimiento, el Papá Francisco reconoció que la Madre Teresa de Calcuta sí es responsable de un milagro que se le atribuye, por lo que procedió a informar su voluntad de promulgar un decreto, hecho que abre el camino para la canonización de la mujer fallecida en 1997.
Pues buena sí era… recordemos que Agnes Gonxha Bojaxhiu (verdadero nombre de la Madre) fue reconocida en 1979 con el Premio Nobel de la Paz por su trabajo “en la lucha por superar la pobreza y la angustia, que también constituyen una amenaza para la paz”. Como era de esperarse, la monja católica rehusó asistir al banquete ceremonial que se realizó en honor de los premiados; eso sí, aceptó los 192 mil dólares de premio para donarlos a los pobres de India.
Pero bueno, regresando al asunto del milagro: éste sucedió en 2008, cuando un hombre de nacionalidad brasileña no pudo ser operado por problemas técnicos… sin embargo, al volver a entrar a quirófano el sujeto ya se encontraba en muy buen estado, aunque sin entender qué es lo que hacía en ese lugar. De verdad esto fue un milagro, ya que el hombre estaba al borde de la muerte debido a múltiples tumores cerebrales que lo atacaban.
La comisión teológica de la Congregación para la Causa se encargó de aprobar el acontecimiento al que la ciencia hasta ahora no ha dado una explicación y que, ahora, será la clave para canonizar a la ya beata el próximo mes de febrero, para luego ser proclamada santa el 4 de septiembre de 2016.
“Estamos muy felices y agradecidas. Conocimos la noticia esta mañana”, comentó a Efe Sunita Kumar, portavoz de la orden fundada por la Madre Teresa, la de las Misioneras de la Caridad. “La madre Teresa no hizo uno, sino muchos milagros, aunque éstos necesitan ser aprobados por el Vaticano y la cura del enfermo debe ser inmediata”, agregó.