El presidente francés, Emmanuel Macron, en su momento llegó a ser un jefe de Estado bastante popular. Sin embargo, en los últimos meses, las relaciones con su electorado se están poniendo tensas. En mayo pasado, el 57% de los franceses decían que el jovenazo presidente nomás no. Esta semana, las críticas subieron de tono porque se enteraron que con sus impuestos le van a pichar una alberca. 

Todos los presidentes franceses tienen derecho a utilizar una residencia privada en la costa sur de Francia. El lugar se llama Fort Brégançon. Es ahí donde Macron tiene planeado armar la controvertida piscina.

De acuerdo a la BBC, la alberca no será tan cara: dicen que con 10 mil euros la arman. Además, dicen que el gastó está asignado del mantenimiento normal de la residencia de descanso, o sea, no es como que sacaron los billetes del presupuesto de educación. Sin embargo, en las pasadas semanas reportaron que Macron ya se había gastado 50 mil euros —algunos dicen que 500 mil—  en una vajilla de porcelana.

En la misma semana, ya usó el avión presidencial en un trayecto de 100 kilómetros. Un viaje de menos de media hora, en el que declaró que “gastaban demasiado” en proyectos de seguridad social. O sea, no anda viento en popa la imagen del presidente francés.

¡Ah! ¡Claro! También está la regañada que le puso a un chamaco que se “dignó” a decirle Manu, en lugar de “señor presidente”.

“¡Ahora Júpiter necesita una alberca!”, dijo la vocera del partido rival de Macron; aprovechando la vida del magnate presidente y las famosas comodidades que se regalaba el dios romano.

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Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

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