¿Para qué se andan amparando contra los cobros excesivos de la Comisión Federal de Electricidad, si dentro de dos años hasta nos reiremos de las mínimas cantidades que vamos a pagar por el servicio de luz?… bueno, no tanto, pero de que bajará –dicen- sí bajará… aunque por una noticia buena, siempre hay una mala.
Con la reforma energética algunos beneficios no serán tan inmediatos, por lo que tendremos que dejar pasar dos años para que la implementación de las leyes secundarias empiecen a rendir frutos. Así lo dio a conocer el confiable secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, quien explicó que la espera se debe a que es el tiempo necesario para que se nos olvide el mercado eléctrico se implemente, se concluyan los sistemas de gasoductos y que la CFE sustituya completamente sus plantas –que usan combustóleo y diesel- por las de gas.
Por su parte Eduardo Sánchez Hernández, vocero del gobierno de la República, señaló que una de las maravillas del sistema legal que rige a los energéticos del país es que va a dar chance de haya competencia, la cual hará que todos se “pelien” por darle a los mexicanos tarifas bajas, mejores servicios y –por si fuera poco- más empleos para la chaviza mexicana… nada de traer talento extranjero.
“La gran noticia es que en México va a haber plazas de empleo bien pagadas para los jóvenes que hoy incluso están pensando en tomar una decisión sobre a qué se van a dedicar en el ramo energético”… wow, eso suena muy bien, diría Andrea Legarreta, ya que además se romperá la gran paradoja del país: cómo es que siendo un país rico en hidrocarburos, pagamos tanto por ellos.
Pero no todo podía ser buenas nuevas. Aunque nos hicieron babear con el futuro, también señalaron que será frustrante: no se alcanzarán a producir los 3 millones de barriles diarios de petróleo, meta con la que se promovió la aprobada reforma energética y que se tenía programada para 2018; esto debido al ajuste en el nivel de extracción que realizó Petróleos Mexicanos (Pemex) la semana pasada… y como ya se ha hecho costumbre en este sexenio, los objetivos se van recortando y ahora se estableció en 2 millones 840 mil barriles diarios para final de sexenio.
Todo lo anterior fue informado durante la presentación del Centro Nacional de Control de Gas (Cenagas) y la desincorporación del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) de la CFE, los cuales se prevé ayuden a acelerar la aplicación de la reforma energética. Aunque se dijo que comenzarán operaciones en un plazo de 90 días y se concluirá su restructuración en 180 días, también se puntualizó que será hasta dentro de seis meses cuando estas dos instituciones estén al cien para “garantizar transparencia y competencia equitativa en los mercados de gas natural y electricidad”.
