¿Devaluación o depreciación? ¿Hasta dónde llegará el dólar? ¿Debemos entrar en pánico? ¿Seré pobre para siempre? Estas son algunas preguntas que han pasado por mi cabeza en las últimas semanas. Con la intención de aclarar el panorama de la situación económica por la que estamos atravesando, no sólo en México sino en el mundo, consultamos a Roberto Aguilar, experto en economía y finanzas para que nos explique a qué obedece la crisis económica, cuál es la diferencia entre devaluación y depreciación, y por supuesto, si es momento de entrar en pánico. 

Todavía no entiendo porqué se empeñan en llamar “negro” a los días de caídas fuertes en los mercados financieros cuando en realidad debería ser “rojo” porque las pantallas de las cotizaciones bursátiles se tiñen de este color debido a las bajas, pero más allá de la discusión cromática la primera gran debacle de los mercados ocurrió el 29 de octubre de 1929 cuando el mercado estadounidense perdió en un sólo día 23% situación que se bautizó como “Crash”.  Así es que el Lunes, Martes, Miércoles, Jueves o Viernes Negro o Crash financiero o bursátil es prácticamente lo mismo.

¿Por qué todos los mercados están cayendo tan drásticamente?

Esto se debe a una combinación de diversos factores, pero todos están relacionados con el temor de que la economía mundial se desacelere nuevamente, aunque todavía no está claro que se haya recuperado de la crisis que vivió en 2008.

El principal detonante fue la caída del precio del petróleo que pasó de 100 dólares a cotizaciones de menos de 50 dólares en menos de un año,  por la alta oferta en el mercado ya que Estados Unidos dejo de comprar y ahora se da el lujo de exportar debido a que produce una nueva variedad de petróleo que se conoce como “shale”.   Esto se suma a la negativa de los países miembros de la OPEP, sobre todo los árabes, de disminuir su producción.

Luego,  está la posibilidad latente de que Estados Unidos aumente sus tasas de interés, mismas que mantiene en niveles cercanos a cero desde hace 10 años con el propósito de incentivar la recuperación de la economía estadounidense; y como al parecer ya se logró, entonces subirán las tasas y muchos dinero que salió de Estados Unidos para buscar mejores rendimientos en los llamados mercados emergentes, como el caso de México, se regresará.

Por si fuera poco, un mayor costo del dinero en Estados Unidos subirá las tasas de interés de créditos para empresas o incluso de la deuda de muchos gobiernos. Y finalmente se sumó a este coctel las señales de un menor crecimiento de China que por varios años fue el motor del crecimiento mundial con tasas de 12% al año –en México apenas si crecemos a 2%– incluso este dinamismo fue el culpable del aumento de muchos productos en el mundo como algunos metales e incluso alimentos, pero impactó favorablemente a países que tienen intercambio comercial con el gigante asiático (¿seguirá siéndolo?) como Brasil.   Ahora, con un menor crecimiento en China se complica la situación porque además este país representa 15% de toda la economía del mundo y por eso las expectativas de enfriamiento y de que este año apenas crecería 7% influyen negativamente.  Todo esto tiene impacto en los mercados financieros y en las monedas donde el dólar se está fortaleciendo porque su economía está saliendo del bache y por eso vale más cuando se compara con otras divisas.

¿Qué tan mal se puede poner esta crisis?

La globalización, es decir qué tan relacionadas están las economías, provoca que los efectos de problemas o crisis en algún país (¿Recuerdan a Grecia?) se contagie rápidamente, haciendo más vulnerable a los mercados y a las economías de todo el mundo. Y no quiero sonar alarmista pero el contagio cada vez es más rápido y violento, y pondría en una situación muy complicada a todo el mundo porque si no hay crecimiento no hay intercambio comercial y las empresas tendrían que cerrar y despedir a millones de trabajadores, los productos se encarecerían y los países más pobres se verían mucho más afectados. El mayor riesgo es que la situación de los mercados financieros se traslade a la economía real, es decir que se resienta en los bolsillos y en las oportunidades laborales.

¿Es devaluación o depreciación del peso, cuál es la diferencia entre uno y otro?

Se habla de una devaluación cuando es una decisión del gobierno para fijar un determinado valor de su moneda con el propósito de hacer más atractiva la exportación d sus productos, porque cuando se compara por ejemplo con el dólar recibes más pesos por el mismo billete, también para atraer inversión e incluso fomentar sectores como el turismo.  Aquí en México operó hasta 1994 y se utilizaba un tipo de cambio fijo que se movía generalmente a finales del sexenio y que provocaba las recurrentes crisis económicas. En cambio cuando una moneda flota libremente es la oferta y demanda la que determina su precio como el de cualquier otra mercancía en un determinado mercado.  Lo que vemos ahora es que más bien el dólar se encarece y por lo tanto no es que el peso valga menos, pero en el subconsciente está explicación no es suficiente porque un dólar sigue siendo sinónimo de una debilidad económica, aunque en parte desafortunadamente se tiene razón. Sólo en agosto el peso ya acumula una depreciación de 5.4%, de 7.9% desde el cierre de junio y de 15.1% en lo que va del año, superando ya el 13% del 2014

¿Qué debo hacer con mi dinero?

La primera recomendación es que identifiques las deudas más caras y las trates de pagar porque es muy probable que aumenten; revisa cómo distribuyes tus gastos y elimina o modera cosas que no sean prioritarias. Tratar de ahorrar para enfrentar lo que suceda en los siguientes meses e incluso para estar preparado por si surge alguna oportunidad de compra. Si tienes dinero en el banco es mejor que busques otras opciones de inversión que no son tan riesgosas y pueden ofrecerte rendimientos más atractivos en el mediano o largo plazo. ¿Te imaginas comprar acciones de empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores que están muy baratas y que representan una buena oportunidad siempre y cuando las mantengas por un determinado plazo? Esto se puede hacer ya en México.

¿Es momento de entrar en pánico?

El pánico es el principal enemigo de los mercados financieros porque hace tomar decisiones rápidas e improvisadas que lo único que provocan es que aceleran la caída. La mejor recomendación es mantener la calma hasta donde sea posible sobre todo cuando se trate de inversiones o de mover dinero de un lugar a otro. Y nada mejor que esta frase: “No hay que seguir los acontecimientos con los ojos, sino con la cabeza”

Por: Roberto Aguilar

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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