Ayer por la noche, después de darse a conocer la información sobre el hallazgo de las fosas clandestinas, grupos de manifestantes recorrieron las calles de Chilpancingo, además de apedrear la fachada de Casa Guerrero y volcar uno de los autos que se encontraban al exterior. Esto como protesta por la no localización de los jóvenes que desde el pasado viernes se encuentran desaparecidos.

Pero no sólo los estudiantes muestran su descontento con la administración guerrerense: maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) abandonaron una reunión programada en Casa Guerrero al hacerse presente Ángel Aguirre: “Al poco tiempo de iniciar se sumó el gobernador y de manera inmediata los padres y alumnos se retiraron diciendo que era un asesino. Salieron consternados”, comenta uno de los testigos del acto.  

En el encuentro al que fueron citados por el procurador del estado, Iñaki Blanco, éste les hizo conocimiento de las fosas halladas ayer al mediodía, sin confirmar si los cuerpos encontrados corresponden con los más de 40 normalistas de los que nada se sabe sobre su paradero: “se está analizando la información que se tiene. Que efectivamente encontraron sólo restos de cuerpos y que no pueden garantizar cuántos ni quiénes son”, aseguró Blanco.

fosas iguala conf

Otro punto tocado en la reunión en la que también estuvieron presentes padres de familia y algunos jóvenes normalistas “se nos dijo que la administración estatal aceptaría que participaran en las investigaciones peritos especiales ajenos a las dependencias del gobierno de Guerrero”. Por desgracia, la zozobra es mucha ya que además de confirmarse el hallazgo de las tres fosas clandestinas “en una comunidad que se llama Pueblo Viejo, [se les comentó] que podría haber una cuarta”.

Mientras tanto, dirigentes de la CNTE anunciaron que el próximo 8 de octubre se tiene prevista “una movilización con acciones contundentes como la toma de carreteras, aeropuertos e instalaciones estratégicas (…) pues el golpe perpetrado contra los normalistas es un acto de Estado que se da en un contexto de lucha contra la aplicación de las modificaciones a los artículos 3 y 73 constitucionales (…) Vamos a parar la economía del país en demanda de que cese la represión y por la aparición con vida de los 43 estudiantes, vamos a parar puertos, refinerías, carreteras…”.

 Después de la conferencia en la que estuvieron presentes Ángel Aguirre e Iñaki Blanco, padres de familia y estudiantes normalistas protestaron en las afueras de Casa Guerrero, lanzando cohetes y bombas molotov.

@plumasatomicas

*Vía La Jornada

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