Javier Lozano sigue sin soltar su papel de golpeador profesional y sigue atizándole al ya muy magullado Ricardo Anaya. Esta vez, el expanista cuestiona varios puntos del video con el que su exlíder de partido intentó explicar la transacción de un terreno convertida en nave industrial, por la que ahora se le achaca participar en lavado de dinero y, además, nos deja en suspenso, llevando a más de uno a pensar que por ahí la PGR ya le soltó información “de interés público”.
Una de las primeras dudas que se plantea el vocero de P-P-mit es de dónde sacó dinero Anaya para la compra del terreno de la discordia. El candidato presidencial señaló que lo hizo con lo de lo que sacó de hipotecar su casa, un crédito que consiguió y ahorros suyos y de sus socios. Sin embargo, esta información no es suficiente para Lozano quien cuestiona: “¿cuál crédito hipotecario?, ¿cuándo lo contrataste?, ¿por qué cantidad?, ¿ya lo pagaste? ¿cuánto debes?”
¿Será lo de #Anaya lavado de “moches”? Va mi nuevo vídeo👇🏼https://t.co/4rn4ewTjmy
— Javier Lozano Alarcón (@JLozanoA) 2 de marzo de 2018
Por otra parte, respecto al crédito que dice el panista haber conseguido de parte del propio parque industrial del que compró el terreno, Lozano califica tal préstamo como “vender fiado, porque el parque industrial es tu compadre Manuel Barreiro”… y, en relación a sus supuestos ahorros, el exsecretario del Trabajo señala que “no le salen las cuentas”: “¿tus ingresos te daban para tener a toda tu familia viviendo en Atlanta, tú visitándolos todos los fines de semana y encima, tener tu guardadito para un terreno y luego para la construcción?”
A ratitos es senador; a ratitos representante del gobierno poblano, y a ratitos vocero de José Antonio Meade.?Sera que no le alcanza el dinero a Javier Lozano?
— Alberto Barranco Ch. (@ABarrancoCh) 21 de febrero de 2018
Respecto a la venta de la nave industrial a una persona identificada como “el arquitecto Carlos Reyes”, el expanista recuerda que la venta de 54 millones de pesos se hizo a una empresa calificada por el propio SAT como “fantasma” de la que los accionistas eran Luis Alberto López y María Amada Ramírez, chófer y esposa del contador de Manuel Barreiro, empresario ligado a toda esta transa para quien la PGR tiene orden de aprehensión.
Por último, con relación al origen del dinero con el que la empresa fantasma Manhattan Masterplan Development pagó los 54 millones de pesos, Lozano recuerda que la gente de Barreiro -supuestamente- ya confesó que la cifra fue movida por paraísos fiscales. ¿Pero, de donde salió? Quizás el expanista tiene información que próximamente será dada a conocer… ya que insinúa que los 54 mdp “probablemente” sean resultado de “los moches de los mochos o de alguna otra corruptela (…) esta historia continuará”, advierte.