Un embarazo implica cuidados especiales hacia la futura madre. Aun así, el riesgo de que un bebé nazca con algún defecto siempre está latente, sobre todo si alguno de los padres se dedica a ciertas actividades y trabajos que aumenten esa posibilidad. Dos estudios realizados en EE.UU. revelaron cuáles son estas ocupaciones.
Primero vamos con la investigación publicada en Occupational and Environmental Medicine (Medicina Ocupacional y Ambiental), basado en el Estudio Nacional para la Prevención de Defectos Congénitos de Estados Unidos, que analizó los datos e historial de empleo de más de 5,000 hombres.
1,000 de ellos tuvieron un hijo con uno o varios defectos congénitos. Comparando los datos de este grupo de papás y sus empleos (desde tres meses antes de la concepción hasta el primer mes de embarazo) se encontró lo siguiente:
Los trabajos de los padres que tuvieron hijos con estos problemas en su mayoría son científicos de computación, físicos, artistas, fotógrafos y procesadores de fotografía, procesadores de alimentos, jardineros, peinadores, trabajadores de industrias químicas, impresores, operadores de grúas y choferes.
Incluso, entre estos empleos hay relaciones muy marcadas con ciertos males, por ejemplo, los fotógrafos y procesadores de fotografías están vinculados con anormalidades oculares, como cataratas, glaucoma, ausencia o insuficiencia de tejido ocular. Los jardineros se vincularon con anomalías intestinales.
El segundo estudio al que haremos referencia fue realizado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Atlanta, y también fue publicado en Occupational and Environmental Medicine. Analizó a 5,000 mujeres embarazadas, a las cuales se les pidió que respondieran un cuestionario sobre el empleo que desarrollaron durante su embarazo.
Con las respuestas, se encontró que la exposición a solventes orgánicos durante el embarazo (principalmente en las primeras semanas del embarazo, o cerca de la concepción) incrementa ligeramente el riesgo de concebir bebés con una cardiopatía congénita, comúnmente conocida como alteración del corazón.
Sin embargo, este riesgo sigue siendo considerado pequeño en términos absolutos.
“Basados en este estudio no se puede decir que una persona debe renunciar a su empleo. Pero quizá es sensato limitar la exposición siempre que sea posible”, señaló el profesor Donald Peebles, especialista en obstetricia y portavoz del Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos.
Estos compuestos se encuentran en pinturas, barnices, adhesivos, textiles, tintas, tinturas y productos agrícolas.
No está por demás tener esta información y tomarla en cuenta.