La crisis migratoria continúa en Europa; todos los días son miles los refugiados que se ven obligados a abandonar sus hogares y cruzar hacia los países europeos más cercanos. Hungría ha sido particularmente restrictiva en cuanto a la recepción de migrantes.
Tan solo este fin de semana llegaron 5.909 refugiados de Oriente Medio a la frontera de Hungría y se calcula que al día llegan 2.000 migrantes más a este país.
La respuesta de Hungría ante esta cantidad de gente que busca huir de la guerra, fue muy dura: el día de hoy ha cerrado hasta el último pedazo de frontera con una valla alambrada.
Apoximadamente 25 policías húngaros estaban ahí cerrando el paso y dijeron que a partir de hoy ya no se permitirá la entrada a ningún refugiado e incluso ya será ilegal cruzar: podrían ser condenados hasta a 3 años de cárcel o expulsados si son detenidos.
Esta gente ha tenido que caminar kilómetros o atravesar el mar mediterráneo en condiciones precarias para poder llegar a Europa, miles han muerto en estos intentos y ahora los que pueden llegar están comenzando a ser rechazados.
Países como Austria y Eslovaquia también han prohibido el acceso a los refugiados.
***FUENTE: El Mundo